Cientos de taxis en huelga perturban el tráfico en París y sus aeropuertos

El gremio de taxistas franceses, que hoy colapsó el tráfico en los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle, continuará mañana con el movimiento de protesta en París contra los llamados vehículos con chófer (VTC), a los que acusa de competencia desleal.

La Prefectura de Policía de París recomendó que a los automovilistas que eviten circular mañana por el oeste y el este de la capital francesa, así como por las zonas de la Porte Maillot y los alrededores de Bercy, tras los incidentes que este martes se saldaron con 20 detenidos y un herido leve.

El primer ministro francés, Manuel Valls, recibió hoy a varios representantes del sector y señaló que ha ordenado que "se amplifiquen los controles para que cese todo comportamiento abusivo y se garanticen las condiciones de una competencia leal".

Los taxistas franceses, arropados simbólicamente por algunos colegas de profesión italianos, belgas o españoles, cargan contra la que entienden competencia ilícita de plataformas -como la empresa estadounidense Uber-, que convierten a simples conductores particulares en chóferes.

Estas ofrecen reservar a través de Internet un vehículo con conductor a una tarifa notablemente inferior a la que cobran los profesionales con una licencia, pero desde 2014 esos vehículos tienen prohibido circular en busca de clientes, algo reservado en exclusiva a los taxis con licencia.

Las licencias las concede el Estado francés sin coste, pero su limitado número hace que los chóferes se las vendan unos a otros por importantes cantidades de dinero, variable según el momento y la ciudad.

Por ejemplo, en París hay unas 17.600, ligeramente por encima de las 14.000 de 1937, si bien la población de la ciudad se ha triplicado y recibe cada año más de 30 millones de turistas.

El traspaso de una licencia en ese mercado puede alcanzar los 200.000 euros