China pone bajo arresto domiciliario al artista Ai Weiwei para que no celebre una fiesta reivindicativa

El famoso artista y activista chino Ai Weiwei, diseñador del Estadio Olímpico de Pekín y uno de los más activos críticos del régimen chino, ha sido puesto bajo arresto domiciliario para impedirle que celebre una fiesta con aires de protesta mañana, domingo.

Según informaron ONGs como Chinese Human Rights Defenders (CHRD), y según el propio artista ha relatado en su cuenta de Twitter, se encuentra bajo vigilancia desde la mañana de ayer viernes y no podrá abandonar su domicilio hasta la noche del domingo. La detención de Ai, quien en los últimos años ya ha sufrido otros tipos de acoso por su intenso activismo, se produce a raíz de que el artista decidiera organizar una fiesta-protesta en Shanghái mañana con el fin de "celebrar" que su estudio en esa ciudad iba a ser demolido.

Según CHRD, las autoridades de Shanghái han pedido a las de Pekín que no permitan a Ai viajar a la metrópoli con el fin de poder llevar a cabo la demolición sin protestas. La fiesta, que también iba a tener visos de "performance" artística, llevaba por lema Gran Banquete de Cangrejos de Río, un nombre que irónico ya que en mandarín estos moluscos (hexie) se pronuncian de forma similar al lema armonía (también hexie pero con otros caracteres), palabra que se ha convertido en sinónimo de las políticas comunistas.

Ai, cuya cuenta en Twitter se ha convertido en una de las principales voces de la disidencia en China, se ha hecho famoso por sus radicales críticas al Gobierno chino y su activismo en todos los frentes, que está yendo paralelo a su creciente fama internacional como artista. Fue, por ejemplo, uno de los firmantes de la llamada Carta '08, manifiesto que pidió hace dos años reformas políticas en el país, y por la que su principal impulsor, el ahora Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, fue encarcelado.

Tras la concesión del Nobel a Liu, Ai, que se encontraba entonces en Londres presentando una instalación en la Galería Tate, apareció en la televisión británica opinando sobre la censura china y la posible reacción de Pekín a la concesión del Nobel a Liu. Además, el artista tuvo que ser operado este año en Alemania por fracturas craneales después de haber recibir una paliza mientras investigaba en la zona donde cientos de escuelas se derrumbaron por el terremoto de la provincia de Sichuan (centro) en 2008. Es hijo de uno de los escritores chinos más célebres del siglo XX, Ai Qing, por lo que algunos le consideran un "protegido" al que se le permite disentir con mayor virulencia que a los ciudadanos chinos "de a pie"