Caos y disturbios en Ecuador por un motín de policías contra Correa

  • El Gobierno denuncia "proceso de desestabilización" de la democracia
  • Cerrado el aeropuerto de Quito y se producen saqueos en varias ciudades

El aeropuerto internacional "Mariscal Sucre", de la capital de Ecuador, fue cerrado hoy debido a las protestas de integrantes de las fuerzas del orden por la eliminación de incentivos profesionales, informó el alcalde de Quito, Augusto Barrera.

"El aeropuerto de Quito está suspendido. Infortunadamente un grupo de personas ha ocupado la pista", dijo Barrera a la prensa sin identificar el sector del que provenían los manifestantes.

En el aeropuerto de Quito, situado en el centro norte de la capital, unos 150 policías bloquearon hoy la pista del aeropuerto en protesta contra el Gobierno, según constató Efe.

Consultado sobre si los manifestantes pertenecían a la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Barrera afirmó que no tiene la certeza de ello sino sólo "el reporte de la suspensión de la operación".

El bloqueo de la pista ocurrió poco después de que policías de tropa ocuparan las instalaciones del Regimiento Quito, uno de los mayores de la capital ecuatoriana, en contra de la eliminación de incentivos profesionales por parte de la Asamblea Nacional.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se trasladó a esas instalaciones donde afirmó que no cederá ante las presiones y para recordar a los agentes que su Gobierno es, a su juicio, el que más ha hecho por esa institución.

La salida del jefe de Estado de esas instalaciones fue atropellado y en medio de la protesta se activó una bomba de gas lacrimógeno, lo que dificultó el caminar del gobernante, que fue operado hace algo más de una semana de su rodilla derecha.

El presidente de Ecuador afirmó que está atrapado en un hospital de la policía donde recibe tratamiento al haberse hecho daño en una pierna tras acudir a una protesta policial, y agregó que los manifestantes le impiden salir.

"Me dicen que han cercado los alrededores" del centro médico, dijo el propio Correa a la Radio Pública.

El hospital está rodeado de policías que protestan contra una reducción de sus beneficios salariales y que se han enfrentado con la escolta presidencial, que pretendía sacar al gobernante del centro, según constató un periodista de Efe.

Correa acudió hoy al hospital después de que resultara lesionado en la sede de uno de los mayores regimientos de Quito donde pretendía hablar con los cientos de policías que allí se habían congregado para protestar por una ley aprobada por la Asamblea Nacional la víspera.

"Me tuvieron que ingresar al hospital (...). Estoy con un suero y con tratamiento en la pierna y analgésicos", declaró el presidente de Ecuador a la Radio Pública.

"Nos dispararon bombas lacrimógenas, al Presidente de la República", dijo, indignado, y relató que una de ellas explotó a poca distancia de él.

La protesta de los policías, que comenzó en Quito, se extendió a provincias como Guayas, Tungurahua, Loja y Esmeraldas, donde también se manifestaron los familiares de los policías.

El canal Uno de televisión presentó imágenes de disturbios en la ciudad costera de Guayaquil.

El asambleísta gubernamental Gabriel Rivera informó de que los legisladores fueron desalojados de uno de los edificios de oficinas de la Asamblea por "policías rasos" que "pusieron cadenas a las puertas".

Rivera consideró que tras lo que calificó de "desestabilización" están, entre otros, "la derecha ecuatoriana" y el partido Sociedad Patriótica, del ex presidente Lucio Gutiérrez.

El legislador agregó que la tropa está "confundida" porque el Gobierno ecuatoriano lo que quiere es "racionalizar el tema de las remuneraciones" y en lugar de que cada vez que haya un ascenso se entreguen bonos, que "se mejoren en forma general los sueldos para toda la vida".

"Es penoso que quienes están llamados a defender la seguridad del país hayan sido utilizados de esta forma y estén virtualmente queriendo dar un golpe de Estado", dijo Rivera a un canal de televisión, al tiempo que afirmó que "bajo ningún concepto" se ha dado paso a la bajada de sueldos.

"Lo que estamos haciendo es racionalizando esto, y esto ha sido malentendido, no porque la tropa como tal lo haya entendido así sino porque hay ciertos sectores interesados en esto y tanto ha ido el cántaro hasta que lo han hecho romper", insistió.

Por su parte, el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, aseguró a Efe que Ecuador está ante una situación "delicada" y frente a un proceso de "desestabilización del Gobierno y la democracia".

"Es una situación delicada. Mi percepción personal es que estamos frente a un proceso de desestabilización del Gobierno nacional y la democracia en Ecuador", dijo Carvajal, ante las protestas que se desataron por parte de policías y militares que rechazan la eliminación de incentivos profesionales.

"En nombre de supuestas reivindicaciones económicas por mala información, esta situación que estamos viviendo este momento rebasa ya todas aquellas reivindicaciones, estamos frente aun proceso de desestabilización de la democracia", insistió, sin identificar a los grupos que, a su criterio, quieren acabar con la democracia.