Alepo vuelve lentamente a la vida

Después de cinco años de guerra, la ciudad siria de Alepo, patrimonio de la humanidad, quedó prácticamente destruida y carente de cualquier servicio básico.

Un año después de su liberación, la antaño bellísima Alepo, vuelve lentamente a la vida entre sus ruinas.

Patrimonio de la humanidad, en cinco años de guerra, Alepo perdió una cuarta parte de su casco antiguo y la mayor parte de su fastuoso zoco medieval, que antes de la guerra se veía en todo su esplendor.

Tuvieron que regresar a una ciudad en la que sus hogares habían sido destruidos, sin escuelas ni hospitales, sin electricidad ni agua.

Shafik Molki ha abierto una pequeña tienda en la que vende productos de primera necesidad.

"La gente no quiere volver porque falta agua y electricidad", nos dice. Molqui nació en Alepo, de donde huyó al comenzar la guerra.

Durante años estuvo sin trabajo, hasta que se decidió a volver y montar su modesto negocio.

Pero solo un 30% de sus cuatro millones de habitantes han regresado. Molqui cree que su ciudad se recuperará del todo algún día, aunque será muy despacio.

Otros han tenido peor fortuna, como Amira Alali, que vive con sus seis hijos en un refugio temporal en las afueras de la ciudad.

"Mi marido llegaba un día del trabajo y le mató de un disparo un francotirador". Sakar Ali, miembro del personal del refugio, asegura que acogen a un millar de familias.

"Sólo han regresado a la ciudad los que encontarron sus hogares más o menos intactos", dice.

La vida en el refugio no es fácil. Hace mucho frío, pues no llega la luz del sol y las ventanas están rotas.

Hay que recoger leña para encender hogueras, y solo hay luz durante unas pocas horas gracias a un generador.