A las agencias de calificación no les convencen las medidas adoptadas en Europa

  • Standard & Poor's rebaja el crecimiento en la eurozona y Fitch considera que las medidas anticrisis "se han quedado cortas"
  • La previsión de crecimiento del PIB en 2012 para España pasará del 1,5 % al 1 % y para este 2011 quedará en un 0,8%
La UE busca candidatos para suceder a Trichet al frente del BCE
La UE busca candidatos para suceder a Trichet al frente del BCE |Telemadrid

La agencia de medición de riesgo Fitch resta importancia a las medidas tomadas por Bruselas y Fráncfort para atajar la crisis de la deuda y señala que esas iniciativas "se quedan cortas" a la hora de solucionar los problemas en los países de la moneda única. En un informe sobre la deuda en la Eurozona , Fitch apunta que la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y la compra de títulos italianos y españoles por el Banco Central Europeo (BCE) "son pasos en la buena dirección para asegurar la estabilidad financiera", pero no le parecen suficientes. Las medidas "se quedan cortas a la hora de dar una respuesta completa a la crisis de confianza de la Eurozona", señala el texto.

Por su parte, Standard & Poor's (S&P) ha rebajado sus pronósticos de crecimiento en la eurozona para este año y el próximo, aunque descarta una segunda recesión. Recorta la estimación de crecimiento del PIB de la Eurozona al 1,7 % en 2011 y el 1,5 % en 2012 (en anteriores estimaciones las cifras eran del 1,9 y el 1,8 %, respectivamente).

En un informe publicado por el economista jefe de su división europea, Jean-Michel Six, se afirma que "aunque las economías europeas han sufrido un receso en el segundo trimestre de 2011, no se estima que encaren una nueva recesión de cara a los próximos 18 meses".

"Riesgo en países con desequilibrios en sus cuentas, como España"

Para Fitch, "hasta que no haya una recuperación económica amplia y una reducción mayor del déficit, son probables nuevos episodios de volatilidad en los mercados y las degradaciones de la calificación de deuda persistirán". La agencia estadounidense alerta, incluso, de que algunos países de la Eurozona "puede que no tengan tiempo" para acometer las reformas.

Asimismo, Fitch advierte de que las reticencias de la ciudadanía a las medidas de austeridad "aumentan el riesgo de países con desequilibrios en sus cuentas, como España, de ser más vulnerables a contagios de crisis de confianza de los inversores de crisis como la griega o la portuguesa".

Y es que, para la agencia, "en el corazón de la crisis del euro están las insostenibles finanzas públicas" de algunos países.

Sobre España, que ostenta una calificación "AA", Fitch destaca que, pese a contar con un porcentaje de deuda pública de los más bajos (60 %), debe hacer grandes esfuerzos para afrontar su déficit presupuestario.

Respecto a la banca española, Fitch señala que, a pesar de pesos pesados como el Santander o el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, "hay preocupaciones sobre el potencial coste de la recapitalización y reestructuración del sector".

Para Standard & Poor's la previsión de crecimiento del PIB en 2012 para España pasará del 1,5 % al 1 % y para este 2011 quedará en un 0,8% (el mismo cálculo del Banco de España pero cinco décimas por debajo de lo previsto por el Gobierno).

El estudio de Jean-Michel Six señala que pese a la ralentización del crecimiento en la zona euro, "la región conseguirá escapar a una segunda recesión". La recuperación, destaca, será "variable" dentro de la región "debido al alto desempleo y sus consecuencias en una caída del consumo".

Las políticas del BCE "no consiguen calar en la economía real"

Por otro lado, S&P aplaude las políticas monetarias emprendidas por el Banco Central Europeo (BCE) y su "eficacia" a la hora de prevenir problemas de liquidez en los bancos europeos.

Sin embargo, la agencia considera que las buenas políticas del BCE "no consiguen transmitirse si no de manera limitada a la economía real".

Dentro de los elementos que permitirán el moderado crecimiento de los diecisiete está la demanda exterior, que conseguirá mantenerse "boyante" gracias a las importaciones de productos europeos de mercados emergentes como Brasil, India y China y también Rusia.