Un equipo de funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentra en España con la intención de examinar la evolución de las políticas económicas del país con miembros del Gobierno, la oposición, el Parlamento y los agentes sociales.
En su última visita, en julio del año pasado, el FMI criticó las disfuncionalidades del mercado laboral, constató que la burbuja inmobiliaria seguía desinflándose, observó un gran déficit fiscal y recomendó medidas como la rápida adopción de la reforma de las pensiones.
A su regreso a la sede en Washington, los expertos prepararán un informe que sirve como base para las deliberaciones del Directorio Ejecutivo, que después transmite su opinión a las autoridades del país analizado. Una vez obtenga el visto bueno del Gobierno español, el FMI divulgará sus conclusiones, así como el informe que sirvió de punto de partida del debate.
La misión, que comenzó a mediados de la semana pasada y se prolongará durante la presente, responde al artículo IV del Convenio Constitutivo del FMI, por el que sostiene consultas bilaterales con sus países miembros, generalmente cada año.
