El Banco de España niega una fuga de capitales hacia el exterior

  • 19.000 millones de euros salieron en diciembre lo que eleva a 70.000 millones en el conjunto de 2015
  • Señala que en una situación de superávit exterior es "normal" que se observen salidas netas de capitales
La deuda pública repunta en marzo y supera el 100% del PIB
La deuda del conjunto de las administraciones públicas subió en marzo en 14.031 millones, el mayor repunte desde mayo de 2014, y se situó en 1,095 billones de euros, lo que supone alrededor del 101% del PIB, según los últimos datos del Banco de España. |Telemadrid

El Banco de España cree que "no está justificado" interpretar de las cifras sobre flujos de financiación con el exterior de 2015 que se esté produciendo una fuga de capitales desde España, y además ve "difícil" poder medir el efecto de la incertidumbre a partir de estos indicadores.

Fuentes del Banco de España han dado esta explicación después de publicar el lunes la estadística sobre la balanza de pagos, en la que se reflejaban unas salidas netas de la cuenta financiera, excluyendo el Banco de España, de 19.000 millones en diciembre y del 70.000 millones en el conjunto del pasado año.

Desde el banco emisor recuerdan que España cerró el año 2015 con una capacidad de financiación de en torno a los 23.000 millones, de acuerdo con las cifras provisionales. Este superávit exterior supone un aumento de los activos netos de España frente al exterior o bien una disminución de los pasivos netos también frente al exterior. En ambos casos, se trata de salidas netas de fondos.

Sin embargo, el Banco de España considera que "es normal que, en una situación de superávit exterior, se observen salidas netas de capitales". "Lo raro sería lo contrario", precisan las mismas fuentes, que añaden que estas salidas son además "necesarias para reducir el elevado endeudamiento neto de España en el exterior".

SOBRE LA SALIDA DE INVERSORES EXTRANJEROS

Por otro lado, el Banco de España advierte que se observaron flujos positivos en la inversión extranjera directa, tanto en la de España en el extranjero, como en la de los residentes en España, con saldos de 42.000 millones y 20.000 millones, respectivamente.

A esto añade que, como ocurrió en 2014, la inversión española en el exterior superó a la extranjera en España, y que "es difícil extraer de aquí que hay factores que están desanimando la inversión en España y favoreciendo la compra de empresas en otros países".

Sobre la inversión en cartera, en la que también se apreciaron en 2015 flujos positivos tanto de compra de valores españoles por los no residentes como de adquisición de valores extranjeros por los inversores españoles, la institución apunta que "el neto de esos dos movimientos es muy pequeño".

Además, indica que las entradas de financiación en inversión en cartera en 2015 "contrastan con las voluminosas desinversiones que tuvieron lugar en 2011 y 2012, en el punto álgido de la crisis en la eurozona".

En la otra inversión, el cierre provisional de 2015 apunta a un aumento de los activos en el exterior y a una disminución del endeudamiento exterior materializado en préstamos y depósitos. En este caso, el Banco de España recuerda que se produjo una reducción de los pasivos hasta los 32.000 millones en el conjunto del año.

El grueso de estas cifras, añade, se explica por el comportamiento de los bancos españoles, cuyos depósitos y repos en manos de bancos no residentes disminuyeron en 24.000 millones de euros -21.000 millones en diciembre-. Al respecto, justifica esta reducción señalando que "los meses de diciembre son especialmente erráticos en los balances bancario y algunas operaciones pueden estar vinculadas al cierre del ejercicio".

EFECTO DEL QE

Un último elemento que explican las cifras, según el banco emisor es que estos flujos no son ajenos al desarrollo del programa de compra de activos por parte del Eurosistema, que supone la adquisición de valores, sobre todo deuda pública, a los bancos privados.

Estas entidades pueden utilizar la liquidez obtenida para diversos fines que, directa o indirectamente, pueden dar lugar a la adquisición de activos en el exterior o a la devolución de deudas en el exterior, sentencian desde el Banco de España.