Sarkozy: España ya no está en primera línea de los amenazados por la crisis

  • La UE estudiará una reforma de los tratados para aumentar disciplina fiscal
  • Los socios europeos piden a Berlusconi acelerar las reformas económicas

En Bruselas antepenútlima cumbre europea a la que asiste el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Ya no tan urgente porque el miércoles habrá otra. Sobre la mesa, el rescate a Grecia, la recapitalización de la banca europea para aislarla de la deuda soberana y ampliar el mecanismo de rescate para posibles problemas de España e Italia. Habrá quita de la deuda griega.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha asegurado este domingo que gracias a los "esfuerzos" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la "responsabilidad" del líder del PP, Mariano Rajoy, España "ya no está en primera línea" de la crisis de deuda.

"Por lo que se refiere a España, gracias a los esfuerzos del señor Zapatero y el sentido de la responsabilidad de la oposición del señor Mariano Rajoy, España ya no está en primera línea", ha asegurado Sarkozy en una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel.

Sarkozy ha elogiado además los esfuerzos de ajuste de Portugal y sobre todo de Irlanda, que "era un país al borde de la quiebra tras la crisis de 2008" y ahora "es un país que ha salido o está saliendo de la crisis".

En contraste, el presidente francés ha exigido al primer ministro griego, George Papandreu, y al italiano, Silvio Berlusconi, que sean "conscientes de su responsabilidad" y adopten "decisiones nuevas" para reducir su déficit.

"No se puede pedir solidaridad si aquel a quien se ayuda no hace los esfuerzos necesarios", ha dicho el presidente francés en referencia a Italia. También Merkel ha señalado que "Italia tiene una deuda pública muy elevada que deberá ir reduciendo" y ha pedido a Berlusconi "estar a la altura de la responsabilidad".

"Confiamos en él", ha asegurado la canciller alemana, que ha transmitido personalmente el mensaje al primer ministro italiano este domingo en una reunión conjunta con Sarkozy. "La confianza no se recuperará simplemente con un cortafuegos o con un nuevo programa para Grecia", ha resaltado Merkel en referencia al refuerzo del fondo de rescate, "la confianza se recuperará si cada uno haga su trabajo"

PROGRESOS EN EL PLAN ANTICRISIS

Tanto Merkel como Sarkozy han hablado de "progresos" en los tres pilares del plan de la UE para combatir la crisis de deuda -la quita de Grecia, el refuerzo del fondo de rescate y la recapitalización de los bancos-, han restado importancia a las discrepancias entre Francia y Alemania y se han mostrado convencidos de que será posible lograr un acuerdo en la nueva cumbre convocada para el miércoles 26 de octubre.

"Velaremos por que las decisiones que deben tomarse se tomen el miércoles", ha asegurado la canciller alemana.

Sarkozy ha sostenido que los trabajos "avanzan bien", aunque ha destacado que se trata de decisiones de "una complejidad técnica considerable que exigen muchísimo dinero".

Por lo que se refiere al plan de recapitalización bancaria, ambos mandatarios han coincidido en que los bancos que no cumplan el nuevo ratio de capital deberán acudir primero al mercado, después a ayudas nacionales y "como último recurso" al fondo de rescate. Según el principio de acuerdo alcanzado este sábado -con reticencias de España, Italia y Portugal- la banca necesita alrededor de 100.000 millones de euros.

En cuanto a la quita para Grecia, Merkel ha dicho que "las negociaciones con los bancos acaban de empezar" y ha eludido concretar qué porcentaje de pérdidas se les pedirá que asuman. El descuento se situará alrededor del 50%.

Finalmente, sobre el refuerzo del fondo de rescate de 440.000 millones de euros, la canciller alemana ha dicho que sobre la mesa hay dos alternativas y ha resaltado que "ninguna de ellas incluye al Banco Central Europeo porque los Tratados no lo permiten". Francia defendía que el BCE participara en el refuerzo de la potencia del fondo pero ha claudicado en su propuesta.

Sarkozy ha explicado que "el BCE es independiente y Francia lo apoya tanto como Alemania". "No corresponde a los jefes de Estado darle instrucciones, ha dicho. Pero ha agregado que "ninguna solución es viable si no tiene el apoyo de todas las instituciones".

El presidente francés ha justificado sus múltiples reuniones con Merkel alegando que "es capital que, frente a esta crisis financiera sin precedentes a la que se enfrenta el euro, Alemania y Francia hablen con la misma voz y compartan una misma política".

Pese a que las fuertes diferencias entre Francia y Alemania se han ido reduciendo en las últimas horas a favor de la postura de Berlín, no se espera que el Consejo Europeo apruebe definitivamente el plan este domingo. El motivo esgrimido en público es que el Parlamento alemán debe dar su visto bueno previo a las medidas. Por ello se ha convocado una segunda cumbre el miércoles 26 de octubre.

URGEN REFORMAS A ITALIA

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidieron hoy al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que acelere las reformas económicas en su país para evitar un agravamiento de la crisis.

Merkel y Sarkozy se vieron hoy en privado con Berlusconi antes del comienzo de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión, según han confirmado fuentes diplomáticas.

Según esas fuentes, la petición transmitida a Berlusconi iría en la línea con el que ayer hizo públicamente Merkel a España e Italia para que asuman mayores esfuerzos y nuevas reformas para reducir su deuda.

Alemania quiere "medidas creíbles y concretas" en toda la zona euro y en el caso de Italia le reclama, específicamente, más reformas en el mercado laboral y de las pensiones.

A la presión sobre Berlusconi se sumó hoy también el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien se vio con el primer ministro italiano antes de reunirse con el resto de líderes.

El objetivo de la entrevista, según fuentes comunitarias, era pedir a Roma más decisión en la aplicación de medidas de lucha contra la deuda.

El viernes, fue la Comisión Europea quien pidió a Italia medidas "ambiciosas" de reducción de déficit y nuevas decisiones para relanzar el crecimiento.