El número de concursos de acreedores (antiguas suspensiones de pagos) tocaron un máximo histórico en el primer trimestre del año al ascender a 1.803, un 5,9 % más que en el mismo período de 2010, debido sobre todo a la agonía que arrastraban muchas empresas que no han conseguido refinanciar sus deudas.
Según la Estadística del Procedimiento Concursal publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la cifra de empresas y autónomos insolventes creció el 8,3 por ciento, hasta 1.552, mientras que los particulares que recurrieron a estos procedimientos mostraron la tendencia contraria y bajaron un 7 por ciento, hasta totalizar 251.
El sector constructor e inmobiliario siguió proporcionando casi un tercio de las insolvencias empresariales (498), mientras que el 19,6 por ciento (305 concursos) se registró en la industria y la energía, y el 15,7 por ciento (244 sociedades), en el comercio.
Los concursos de acreedores continuaron afectando en el primer trimestre del año a pequeñas empresas o autónomos, ya que el 74,9 por ciento tuvo lugar en compañías con menos de 49 empleados y casi la mitad contaban con menos de 10 empleados o no tenían ninguno.
En declaraciones a Efe, el socio de PriceWaterhouseCoopers Enrique Bujidos explicó que la cifra histórica de insolvencias del primer trimestre "es fruto de la agonía de muchas compañías que han sobrevivido en los últimos años a las dificultades económicas pero que ya atravesaban una crisis brutal", lo que ha impedido que la banca refinanciara de nuevo sus deudas.
Ese cierre del grifo del crédito se ha producido, sobre todo, en compañías relacionadas con el sector del ladrillo, señala Bujidos, que cree que la tendencia alcista de los primeros tres meses del año se puede reproducir en todo 2011.
De la misma opinión es el presidente del Registro de Economistas Forenses (REFOR), Leopoldo Pons, que vaticina que este año los concursos de acreedores superarán los 6.197 registrados en 2009, que descendieron a 5.750 en 2010.
Los expertos recuerdan que el primer trimestre de cada ejercicio ha sido siempre propicio a un incremento del número de insolvencias, aunque el comienzo de 2011 ha resultado especialmente dañino, con un alza del 21,2 por ciento en el número de concursos respecto a los últimos tres meses del año.
Desde 2009, las insolvencias parecían que se habían estabilizado al oscilar entre 1.500 y 1.700 trimestrales, a excepción de los meses de verano, cuando se registraban cerca de 1.100 concursos.
El anterior máximo trimestral se alcanzó en el segundo trimestre de 2009, con 1.762 insolvencias, frente a la media de 250 concursos trimestrales que se registraban antes de que estallara la crisis económica.
El problema, según Leopoldo Pons, es que muchas de las sociedades que acuden al concurso de acreedores no van a tener una salida exitosa o de supervivencia, sino de disolución empresarial.
De hecho, la estadística del INE muestra que, del total de concursos de acreedores presentados en el inicio del ejercicio, sólo el 1,6 por ciento ha ido acompañado de una propuesta anticipada de plan de pagos y de viabilidad.
Por comunidades autónomas, Cataluña, Valencia y Madrid concentran el 52,1 por ciento del total de deudores concursados en el primer trimestre de 2011.
En Cataluña se registraron 411 concursos de acreedores entre enero y marzo, mientras que en Valencia se situaron en 267, y en Madrid, en 261.
