Merkel avanza que el fondo de rescate deberá superar el billón de euros

  • Trichet pide más poder para las autoridades europeas en los países que incumplen sus compromisos
  • La UE busca zanjar su plan anticrisis con la atención ahora en Italia

La Unión Europea trata de cerrar a toda costa el plan para atajar la crisis de la deuda soberana antes de las cumbres de la UE y de la eurozona del miércoles, con la atención puesta ahora además en Italia, a la que este fin de semana se le exigieron nuevas medidas de ajuste.

Esta petición ha motivado una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros este lunes y ha desatado los rumores sobre un posible uso del fondo de rescate en apoyo de Italia, que ha sido posteriormente desmentido por la Comisión Europea.

Hoy el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, afirmó que nadie en la Unión Europea (UE) está en disposición de dar lecciones a sus socios comunitarios, ni de hablar en nombre de gobiernos electos o de los pueblos europeos.

Mediante un comunicado, el jefe del Ejecutivo de Italia pidió confianza en la tercera economía europea y aseguró que llevará sus "firmes posiciones" ante la crisis financiera a la próxima cumbre de la UE, después de que ayer las autoridades comunitarias le exigieran nuevas medidas de ajuste y la rápida ejecución de las ya aprobadas.

"Estamos haciendo algún tímido paso adelante hacia un gobierno de la zona euro, pero queda aún mucho por hacer. La Alemania de Ángela Merkel es consciente de esto y su trabajo se acogerá a nuestra leal colaboración", indicó Berlusconi.

"Nadie en la Unión puede autoproclamarse comisario y hablar en nombre de los gobiernos electos y de los pueblos europeos. Nadie está en disposición de dar lecciones a sus socios", agregó.

El primer ministro italiano afirmó asimismo que "en cuanto a las turbulencias por la deuda soberana y la crisis del sistema bancario, en particular el franco-alemán", su Gobierno tiene una "posición firme" que llevará a la próxima cumbre europea.

Y aseguró que Italia ya ha acometido reformas y "se dispone a completar lo que está en el interés nacional y europeo y que corresponde a su sentido de la justicia y de la igualdad social".

Las tensiones entre los 27 estados miembros de la Unión y los 17 que comparten la moneda única, instigadas por países euroescépticos como Reino Unido, obligaron a convocar para el miércoles por la tarde un Consejo Europeo informal extraordinario previo a la cumbre de líderes del euro, todo con el fin de no excluir de las decisiones a los socios que no tienen la divisa europea.

Antes de esas dos reuniones se celebrará un encuentro preparatorio de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin).

A pesar de que no se ha anunciado acuerdo de forma oficial parece que en realidad la única cuestión que queda realmente abierta es la ampliación del fondo de rescate europeo (FEEF), dotado de 440.000 millones de euros.

UN BILLON PATA EL FONDO DE RESCATE

La canciller alemana, Angela Merkel, adelantó hoy en una reunión con los grupos parlamentarios de la oposición que la capacidad crediticia del fondo deberá superar el billón de euros, a través de un mecanismo que está todavía por definirse.

Así lo informaron al salir de la reunión los jefes de los grupos parlamentarios del Partido Socialdemócrata (SPD), Frank Walter Steinmeier, y de Los Verdes, Jürgen Trittin.

Además, según Trittin, Merkel anunció una quita de la deuda griega de entre el 50 y el 60 por ciento.

El Gobierno asegura que, pese al nuevo modelo, la aportación alemana no deberá superar los 211.000 millones de euros contemplados hasta el momento.

El pleno del parlamento alemán (Bundestag) votará el miércoles el planteamiento definitivo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), horas antes de que la cumbre de líderes de la eurozona trate de cerrar este asunto en Bruselas.

Los planes prevén que a las 10.00 GMT Merkel realice ante el Bundestag su habitual declaración de Gobierno previa a las cumbres de líderes de la Unión Europea (UE) y que, acto seguido, una vez obtenido el mandato parlamentario, se desplace a Bruselas.

No obstante, aún no está claro que Merkel pueda obtener una mayoría parlamentaria en esa votación, ya que le han llovido críticas tanto de la oposición como de sus socios de Gobierno.

Merkel revelará en su declaración ante el Parlamento el diseño definitivo que va a adoptar el fondo de rescate europeo, su definición legal, funciones y mecanismos de actuación, así como los detalles sobre el uso de una palanca, una cuestión controvertida en Alemania.

Hasta el momento, el Gobierno alemán sólo ha avanzado que aún se está trabajando en el formato definitivo del FEEF y que se están estudiando "dos métodos" distintos y "no excluyentes" para "optimizar" su eficiencia.

"Se están estudiando dos métodos que no necesariamente son excluyentes", reconoció el portavoz de gobierno, Steffan Seibert, que de seguido añadió que ninguna de los dos "tiene nada que ver con el Banco Central Europeo (BCE)".

Así se refería a la propuesta, atribuida a Francia, de dotar al FEEF de una licencia bancaria, para que tuviese la posibilidad, en determinadas ocasiones, de solicitar una inyección de liquidez a la autoridad monetaria común.

Destaca que cada vez hay un mayor debate sobre la posibilidad de crear un ministro de Finanzas europeoa través de un mecanismo que está todavía por definirse.

Merkel aseguró ayer que sólo quedan dos opciones de ampliación sobre la mesa y "ninguna implica al Banco Central Europeo".

La primera prevé que el fondo temporal de rescate avale parte de las emisiones de deuda de Italia y España y otros países sometidos a la presión de los mercados, mientras que la otra consiste en la creación de un llamado "Vehículo de Propósitos Especiales" para atraer a inversores de China y otros países.

Esta segunda alternativa podría partir directamente del FEEF o contar con la participación del Fondo Monetario Internacional, una opción que hace pensar en la incapacidad de la UE para salir de la crisis por sí sola.

Otra posibilidad es combinar ambas propuestas, de manera que el fondo actúe como aval del vehículo de inversión que se dedicaría a comprar deuda de los países en dificultades y a la vez intentaría atraer inversores.

RECAPITALIZACION DE LA BANCA

La recapitalización de la banca europea, por otro lado, parece ser una cuestión ya zanjada: se exigirá a las entidades europeas un ratio de capital de máxima calidad del 9 %, frente al 5 % solicitado en julio, lo que obligará a las entidades europeas a buscar fondos por más de 100.000 millones de euros.

Aún se desconoce si la banca española podrá contabilizar como core capital las provisiones genéricas que hacen sus entidades financieras, pero según dijo hoy a la emisora de radio pública RNE la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, lo que sí se incluirá es el dinero recaudado mediante la emisión de bonos convertibles.

Está por ver también a qué bancos españoles afecta finalmente este nuevo requisito de capital, aunque se prevé que sean sólo a los más grandes -BBVA, Santander, Caixabank, BFA-Bankia, y el Popular-.

En cuanto al reajuste del segundo rescate a Grecia, otro de los pilares del acuerdo global para salir de la crisis, la Comisión Europea aseguró hoy que se está "relativamente cerca" de un acuerdo con el sector privado sobre el aumento de su participación en el segundo rescate de Grecia, de 159.000 millones de euros, y aseguró que prefiere una solución voluntaria a una impuesta.

El pasado mes de julio, los acreedores de Grecia ya asumieron de manera voluntaria contribuir al rescate griego con 50.000 millones y asumir pérdidas por valor del 21 % del total de la deuda griega, 350.000 millones de euros, una cantidad que se considera ya insuficiente. Ahora se habla de elevarla a entre el 50 y el 60 %.

El maratón de reuniones de los últimos días incluyó como elemento positivo para España la confirmación del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de que se han tomado las medidas de ajuste necesarias y ya no se encuentra al lado de países como Italia.

TRICHET PIDE MAS PODER PARA LAS AUTORIDADES EUROPEAS EN LOS PAISES QUE INCUMPLEN SUS COMPROMISOS

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, ha defendido que en el caso de aquellos países que incumplan de forma reiterada sus programas y compromisos económicos debería ser no sólo posible, sino "obligatorio", que las autoridades europeas puedan adoptar decisiones directas sobre las políticas económicas de estos países.

En un discurso en la Universidad de Humboldt titulado 'Mañana y pasado mañana: una visión para Europa', Trichet incidió en la importancia de que estas autoridades tengan un papel "más profundo y más autoritario" en la formulación de estas políticas, aunque reconoció que esta propuesta requeriría un cambio del Tratado europeo e implicaría un "nuevo concepto de soberanía".

Sin embargo, también incidió en que el primer paso, en una unión en la que lo que hace un país afecta al resto tanto de forma positiva y negativa, es que las instituciones europeas y los estados miembros cumplan con sus responsabilidades. "En primer lugar, cada país de la zona euro debe mantener su casa en orden", insistió.

Para ello, Trichet reconoció que los países que han perdido su acceso al mercado merecen una oportunidad para recuperar la normalidad en su economía y restaurar la estabilidad, al mismo tiempo que subrayó que el actual método de conceder ayuda a estos estados con unas duras condiciones está "justificado".

En esta línea, el presidente del BCE volvió a plantear la posibilidad de crear un ministro de Finanzas de la Unión Europea, una opción que ha cobrado fuerza desde que la mencionó hace unos meses, en un entorno en que el cada vez tiene más peso la necesidad de una mayor gobernanza europea.

"Cada vez más, parece que no es demasiado atrevido considerar la posibilidad de un Ministerio de Finanzas Europeo, lo que sí sería demasiado atrevido sería no plantearse crear una institución de este tipo", añadió.

DEFIENDE LA COMPRA DE BONOS

Por otro lado, Trichet defendió el programa de compra de deuda soberana de países de la eurozona, destinado a mejorar la transmisión de la política monetaria a la economía, ya que los mercados de bonos son "cruciales" para el trabajo del BCE.

Así, incidió en que el programa no ha sido "inflacionario" y recordó que su objetivo, a diferencia de las medidas de otros bancos centrales, no era inyectar liquidez en la economía". "Es muy importante entender que las decisiones políticas del BCE durante la crisis han estado en línea con nuestro mandato de las estabilidad de precios", añadió.