El Eurogrupo celebrará el viernes una cumbre extraordinaria para tratar de frenar la crisis de deuda

  • La Eurozona ya no excluye un impago parcial de la deuda griega

Los líderes europeos celebrarán "con mucha probabilidad" el próximo viernes 15 de julio por la tarde una cumbre extraordinaria con el objetivo de tratar de contener la crisis de deuda de Grecia y frenar su contagio a España e Italia, según han informado fuentes diplomáticas.

La convocatoria ha chocado con la resistencia de Alemania y Países Bajos, que inicialmente no querían que se celebrara una nueva reunión.

Pese a ello, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, está ultimando los contactos con los jefes de Estado y de Gobierno previos a anunciar oficialmente el encuentro.

La cumbre se celebrará tras el fracaso de los ministros de Economía de la eurozona a la hora de pactar el segundo rescate de Grecia. El desacuerdo ha agudizado las turbulencias en los mercados y disparado las primas de riesgo de España e Italia a máximos históricos.

QUIEBRA PARCIAL DE GRECIA

Ante esta situación de desacuerdos, la zona euro ya no excluye que el segundo plan de rescate para Grecia desate la declaración de un impago parcial de la deuda del país, según dijo hoy el ministro holandés de Finanzas Jan Kees de Jager, en Bruselas.

Kees de Jager explicó que los parámetros que se había fijado anteriormente la zona euro para la participación de los inversores privados en el plan eran "contradictorios" al buscar una "participación privada sustancial" que evitara en todo caso la declaración de impago.

Según explicó el titular holandés, los ministros de Finanzas de la zona euro dieron "un paso adelante en ese sentido" durante la reunión que mantuvieron ayer, al "romper" esa "difícil" contradicción y determinar que el impago "ya no está excluido".

"Los 17 ministros ya no lo excluyen, de manera que tenemos más opciones y un alcance más amplio sobre el que avanzar", añadió el holandés, quien añadió que el grupo de trabajo del Eurogrupo elaborará distintas opciones sobre la implicación del sector privado en las próximas semanas.

Kees de Jager reconoció que al Banco Central Europeo no le ha gustado este cambio de enfoque, como dejó patente en la declaración de ayer, que señala que el BCE "confirmó su posición" en el sentido de que debe evitarse a toda costa la declaración de impago selectivo de la deuda griega.

Desde el comienzo de la discusión, el instituto emisor europeo ha alertado de las nefastas consecuencias que tendría para la economía mundial la declaración de impago de la deuda griega, especialmente para el propio país y los estados más expuestos al contagio.

También la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, insistió ayer en que la participación de los acreedores privados de Grecia debe ser completamente voluntaria, con objeto de preservar la estabilidad financiera del continente.

En el lado contrario, Holanda, Alemania y Finlandia parecen haber acentuado sus posiciones a favor de una sustancial aportación del sector privado al percibir que de todas formas las agencias de calificación considerarán un impago muchas de las opciones sobre la mesa que se han diseñado precisamente para esquivar esa situación.

El diseño del segundo rescate de Grecia y la contribución del sector privado en el mismo es uno de los factores que ha originado o las fuertes turbulencias en los mercados, que han elevado las primas de riesgo española e italiana a máximos.

Por otra parte, el ministro italiano de economía Giulio Tremonti, ha abandonado la reunión para cerrar el plan de ajuste preparado por su gobierno que supera los 48.000 millones de euros. Minutos antes, la Bolsa de Milán había suspendido la cotización de Unicredit, el mayor banco italiano, tras caer más de un 7%.

El Banco Central Europeo ha tenido que intervenir para frenar el pánico en los mercados. Con la prima de riesgo española tocando los 370 puntos básicos y las bolsas europeas desplomándose, el organismo que dirige Jean Claude Tritchet ha comenzado a comprar bonos de países periféricos (españoles, griegos, italianos....) para parar el ataque de los especuladores. Una intervención que ha permitido relajar un poco la prima de riesgo española por debajo de los 340 enteros, tras superar a lo largo de la mañana los 383 puntos básicos.

Así, con la deuda de España, Italia y Grecia en niveles nunca antes alcanzados desde la introducción del euro y las bolsas desplomándose, los ministros de la eurozona fueron incapaces anoche de acordar medidas concretas para frenar el contagio...

Eso sí, después de ocho horas de reunión,los ministros de finanzas reafirmaron su compromiso con la estabilidad del euro, pero nada de concrección sobre cuáles serán la medidas a adoptar ni cuando.

En esta dinámica, y con la crisis de deuda tiñendo de rojo tojo todas las bolsas europeas, el Banco Central Europeo se ha visto obligado comprando bonos a frenar una espirar de contagio, a pesar de que no cuenta con el apoyo del Eurogrupo sobre todo de Alemania.

En el fondo, subyacen las diferencias en el seno de la Unión sobre cómo abordar la participación de los bancos privados en el segundo rescate de Grecia. Alemania, junto a Holanda, Finlandia y Austria insisten en la participación de la banca privada. EL BCE junto a países como España cree que ha de ser voluntaria.