España dispone ya de los 39.468 millones para recapitalizar la banca

La eurozona no logra un acuerdo sobre el rescate heleno y alarga la agonía de Grecia
La eurozona no logra un acuerdo sobre el rescate heleno y alarga la agonía de Grecia |Telemadrid

El fondo de rescate permanente de la eurozona transfirió hoy a España deuda por valor de 39.468 millones de euros para financiar el rescate de los cuatro bancos españoles nacionalizados y la inyección al llamado "banco malo".

"Las letras y los bonos se han transferido hoy a España", señalaron a Efe fuentes de la eurozona.

El pasado lunes se puso punto y final al procedimiento para la recepción de los fondos con la solicitud formal de 36.968 millones de euros para BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco y Banco de Valencia, así como los 2.500 millones de euros destinados a la aportación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria).

La ayuda recibió el visto bueno político del Eurogrupo, que consideró que España cumple todas las condiciones exigidas a cambio del rescate bancario.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que los 40.000 millones de euros que se inyectarán al sector bancario para su recapitalización bancaria serán menos gravosos para las arcas públicas que los 400.000 millones de deuda pública, gracias a sus condiciones de amortización y al tipo de interés del 0,5% que se le aplicará.

REPARTO DE LAS AYUDAS

De los 36.968 millones de euros, BFA-Bankia recibirá una inyección de 17.960 millones de euros; Catalunya Banc, 9.080 millones; NCG Banco, 5.425 millones, y Banco de Valencia, 4.500 millones.

España solicitó el pasado 24 de junio al Eurogrupo la asistencia financiera para la recapitalización de la banca española hasta un máximo de 100.000 millones de euros.

Al tiempo, se firmó un Memorando de Entendimiento (MoU) con una serie de compromisos que se están cumpliendo de acuerdo con el calendario previsto. Entre ellos destaca la presentación de los planes de reestructuración por parte de las entidades financieras y la constitución de la Sareb.

RESTRICCIONES

Para poder acceder a estos fondos, Bruselas ha impuesto a las entidades nacionalizadas la obligación de reducir su tamaño en un 60% hasta 2017. Por esta razón, deberán centrar su modelo empresarial en préstamos al por menor y préstamos a las pymes en sus principales regiones históricas.

También tendrán que abandonar las líneas de créditos a favor de promociones inmobiliarias y limitarán su presencia en el mercado al por mayor.

Todos los bancos se han comprometido a ceder algunas participaciones industriales y filiales para contribuir a financiar la reestructuración y, por lo tanto, limitar la necesidad de ayuda adicional, además de reducir las distorsiones de competencia.

Además Bankia y Catalunya Caixa cederán los títulos de renta fija que poseen en su cartera de valores negociables y de tesorería. Catalunya Caixa también cederá la totalidad de sus fondos de capital riesgo. Los beneficios deberán dedicarse a la propia reestructuración.

Según los planes de reestructuración aprobados por el Ejecutivo comunitario, los accionistas y titulares de preferentes y deuda subordinada deberán contribuir también a los planes de reestructuración. Su aportación reducirá la ayuda estatal necesaria en alrededor de 10.000 millones de euros, según los cálculos de Bruselas