El Banco de España calcula que el PIB atenuó su crecimiento al 0,8% en el tercer trimestre

La deuda pública crece en 14.000 millones en marzo, hasta 1.095.358 millones
Banco de España |Telemadrid

La economía española ralentizó ligeramente su crecimiento entre julio y septiembre al avanzar un 0,8 %, dos décimas menos que el trimestre anterior, según la estimación que ha publicado hoy el Banco de España. "La información más reciente acerca de la evolución de la economía apunta a una prolongación de la fase de expansión del producto en el tercer trimestre del año, si bien la tasa de crecimiento intertrimestral podría haber experimentado una cierta contención", asegura la entidad supervisora en su boletín de septiembre.

De confirmar este dato el Instituto Nacional de Estadística (INE) el próximo 30 de octubre, se rompería una racha de subidas intertrimestrales cada vez mayores, o al menos iguales, que se inició en el tercer trimestre de 2013, cuando el indicador volvió al crecimiento. Este pasado verano el crecimiento de la economía continuó apoyándose en la fortaleza de la demanda interna privada, aunque sus principales componentes, tales como el gasto de los hogares, tuvieron un avance menos intenso que entre abril y junio.

En cuanto al empleo, durante este trimestre estival habría atenuado su ritmo de expansión en mayor medida que la del producto, lo que habría dado lugar a un pequeño repunte de la productividad. También se interrumpió durante julio y agosto la trayectoria ascendente del indicador de confianza de los consumidores, ante las peores perspectivas de paro y evolución económica general.

De hecho, el propio Banco de España señala en su boletín que hay riesgos en el ámbito interno derivados de la incertidumbre acerca del curso que tomarán las políticas económicas tras las próximas elecciones generales y su posible incidencia sobre la evolución de la economía. "En el ámbito interno, el principal riesgo (de desvío) es la posible incidencia de la incertidumbre acerca del curso de las políticas económicas a medio plazo sobre las decisiones de gasto de los agentes", asegura el supervisor al respecto.No obstante, de cara al futuro sitúa en el exterior, en concreto en la peor evolución de la economía china, y el previsible debilitamiento de las exportaciones españolas, el principal motivo de que el riesgo de que estas proyecciones empeoren sea ahora algo mayor que hace tres meses.

En todo caso, espera que estas circunstancias se vean compensadas por la bajada de los precios del petróleo y de las materias primas, la prolongación de la mejoría de las condiciones de financiación y las nuevas medidas de política fiscal -bajada de impuestos- que incorpora el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2016. Así, la entidad que dirige Luis María Linde confirma el escenario de recuperación que anticipó en junio, con un crecimiento estimado del 3,1 % y del 2,7 % en 2015 y 2016, respectivamente. Pero aunque mantiene dicho cálculo, el Banco revisa la composición del PIB.

En concreto, el avance económico pronosticado se sustentará en la fortaleza de la demanda nacional, que crecerá el 3,4 % en 2015 y el 3 % en 2016, frente al 3,1 % y el 2,6 % previstos en junio. El Banco de España espera que el consumo de las familias mantenga un "elevado dinamismo", sustentado por la favorable evolución del mercado de trabajo y por el avance de la riqueza neta, y prevé que crezca el 3,5 % en 2015 y el 2,9 % en 2016, frente al 3,4 % y el 2,3 % pronosticados en junio.

Pero el sector exterior contribuirá negativamente al PIB (0,3 % ambos ejercicios), en lugar de mantenerse plano como se había previsto inicialmente (0 % en 2015 y 0,1 % en 2016). Del lado financiero, asegura el Banco de España que no es probable "ni deseable" que el crédito, que continuará al alza en los próximos meses, alcance los excesivos niveles previos a la crisis, por el riesgo de acumulación de desequilibrios que pueden aumentar la vulnerabilidad de la economía española.

El BANCO DE ESPAÑA PREVÉ QUE LA DEMANDA EXTERNA CAIGA EN 2015 Y 2016

El Banco de España prevé que la contribución de la demanda exterior al crecimiento de la economía será negativa en 2015 y 2016, ejercicios en los que se contraerá el 0,3 %, de acuerdo con la revisión de las proyecciones para la economía española publicada hoy por la entidad. La actualización respecto a las previsiones de junio está recogida en el boletín mensual del Banco de España, que mantiene su cálculo de crecimiento para el conjunto de la economía (3,1 % en 2015 y 2,7 % en 2016), pero que introduce cambios en la composición del PIB.

No obstante, la entidad advierte de que el riesgo de que estas proyecciones empeoren es ahora algo mayor que hace tres meses, debido fundamentalmente a factores externos, en particular a la probabilidad de que China experimente una desaceleración más acusada de lo previsto.

Pero también cree que hay riesgos en el ámbito interno derivados de la incertidumbre acerca del curso que tomarán las políticas económicas tras las próximas elecciones generales y su posible incidencia sobre la evolución de la economía. Tras la revisión de hoy, el avance económico pronosticado se sustentará en la fortaleza de la demanda nacional, que crecerá el 3,4 % en 2015 y el 3 % en 2016, frente al 3,1 % y el 2,6 % pronosticados en junio.

El sector exterior contribuirá negativamente al PIB (0,3 % ambos ejercicios), en lugar de mantenerse plano como se había previsto inicialmente (0 % en 2015 y 0,1 % en 2016). Entre los factores que han llevado a esta revisión está el empeoramiento durante los meses de verano de las perspectivas para algunas economías emergentes, lo que se ha traducido en una sustancial revisión a la baja del crecimiento de las exportaciones españolas a estos mercados.

También ha influido la evolución a la baja del petróleo y los metales, así como una disminución generalizada de los tipos de interés -sobre todo en los vencimientos más largos- y una leve apreciación del euro respecto al dólar.