Spurs jugará ante Grizzlies la final del Oeste

  • Se cierra la venta de los Kings por 535 millones de dólares, un nuevo récord
Spurs ante los Warriors
Spurs ante los Warriors |Telemadrid

No hubo más suspense ni drama en la semifinal de la Conferencia Oeste que disputaron los Spurs de San Antonio y los Warriors de Golden State después que el equipo tejano venció a domicilio (82-94) en el sexto partido y ganó por 4-2 la eliminatoria al mejor de siete.

Ahora los Spurs, que llegan por segunda temporada consecutiva a las finales, tendrán como rivales a los Grizzlies de Memphis, que eliminaron 4-1 a los Thunder de Oklahoma City, los actuales campeones.

El primer partido de la serie al mejor de siete se disputará el domingo en el AT&T Center, de San Antonio, dado que los Spurs tienen la ventaja de campo después de haber conseguido la segunda mejor marca de la Conferencia Oeste durante la temporada regular y los Grizzlies quedaron quintos.

A diferencia de lo que había sucedido en los dos partidos anteriores disputados en el ORACLE Arena, de Oakland, esta vez los Spurs estuvieron siempre el control del ritmo del juego y del marcador con una gran labor de equipo que encabezó el veterano ala-pívot Tim Duncan, que aportó 19 puntos y encabezó la lista de los cinco titulares que tuvieron números de dos dígitos.

SE CIERRA LA VENTA DE LOS KINGS

El rechazo por parte de los dueños de la NBA de cambiar la sede de Sacramento por la de Seattle convenció a la familia Maloof, propietaria de los Kings, de aceptar la oferta de un grupo de accionistas con base en la capital del estado de California y cerrar la venta del equipo.

La familia Maloof vendió el 65 por ciento de sus acciones con un valor de 348 millones de dólares y el precio completo de la franquicia será de 535 millones, un nuevo récord en la historia de la NBA.

El multimillonario del mundo de las computadoras Vivek Ranadive, que encabeza el grupo de accionistas que desean que los Kings permanezcan en Sacramento, será el que compre las acciones a la familia Maloof.

Los Maloof, que tienen la propiedad de los Kings desde la temporada de 1998, deseaban vender a otro grupo de inversionistas que querían trasladar la sede a Seattle y habían ofrecido 406 millones de dólares por la mismas acciones.