El Real Madrid fue superior durante todo el partido. Sin embargo, un gol en clarísima fuera de juego de Inzaghi adelantó el marcador hasta el 2 - 1 cuando sólo quedaban unos minutos para el final del encuentro. La jugada fue clarísimamente ilegal, pero el linier regaló un gol al AC Milan que pudo haberle valido la victoria si Pedro de León no hubiera marcado un gol colosal en el minuto 93.
Al San Siro se le acabó de golpe una alegría poco merecida en el momento en el que de León marcó su primer gol en la Liga de Campeones. Mourihnho no pudo contener la emoción y saltó al campo y, de paso, perder algo más de tiempo de los cinco minutos de descuento que había dejado el árbitro.
La superioridad del equipo blanco fue totalmente clara desde el primer minuto de partido. Salvo un par de arranques, acertadísimos, eso sí, de Ibrahomovic, el encuentro estaba siendo un paseo para los de Mourinho en San Siro. El primer gol vino de la mano de Higuaín en el último minuto de la primera parte. El argentino remató a la perfección una jugada individual de Di María, quien se recorrió medio campo con el balón bajo sus pies.
Pero poco le duró la alegría al Real Madrid, pese a que a la salida del segundo tiempo seguían siendo claramente superiores. Un descuido de Pepe en la defensa y un Casillas que salió al encuentro de un centro de Ibrahimovic demasiado pronto despejando el balón de forma incorrecta, dejaron en bandeja el gol del empate a un Inzaghi que siempre sabe donde estar.
La debacle llegó cuando, tres minutos después del gol, Inzaghi recibió un centro en clarísima fuera de juego que ejecutó sin piedad sobre un Iker Casillas que estaba esperando a que el linier levantara la bandera. La única esperanza que le quedaba al equipo blanco después de este gol era la de aprovechar los cinco minutos de descuento que dio el árbitro. Y así fue. Afortunadamente, un proverbial Pedro de León encjó un gol in extremis en el minuto 93 que dejó totalmente desmoralizado al público de San Siro
José Mourinho, dijo en Telemadrid al final del partido que se consideraba "un entrenador con suerte", tras el gran partido que hizo su equipo e el gol de Pedro León en último suspiro. Sin embargo, Mourinho no quiso criticar la labor del árbitro inglés Howard Webber, de quien dijo: "Es uno de los mejores del mundo, no quiero comentar nada. Me quedo con la clasificación".
