El jugador del Real Madrid Felipe Reyes ha asegurado que como madridista le haría una "ilusión especial" ganar el título de la Euroliga en Barcelona, por lo hará todo lo posible para conseguirlo, comenzando este viernes, en la semifinal contra el Maccabi Electra de Tel Aviv, en un Palau Sant Jordi lleno hasta los topes.
"Jugar una 'Final Four' en Barcelona para cualquier madridista es lo máximo, y conseguirla mucho más. Para mí, que es mi primera vez, es muy especial y me daría igual jugarla aquí que en otra ciudad, así como ganar el título. Como madridista ganarla aquí sería especial, pero el solo hecho de ser campeón de Europa me da igual que sea en Barcelona u otra ciudad", manifestó en la presentación de esta final a cuatro.
Para el pívot blanco, será clave jugar como equipo para compensar la falta de experiencia en este tipo de finales. "Son partidos muy difíciles, que hay que jugar como sabemos y hemos hecho durante buena parte de la temporada. Jugando como equipo, unidos dentro y fuera de la cancha, podremos hacerlo. Va a ser muy difícil, hay mucho nivel, tres equipos más con un nivel altísimo, pero si estamos unidos y trabajamos como un gran equipo podremos conseguirlo", aseguró.
"Nos ha costado mucho llegar. Somos un equipo joven con poca experiencia en este tipo de eventos. Sólo tenemos dos jugadores que han jugado una 'Final Four' (Vidal y Prigioni), y son los que nos enseñan el camino a seguir para afrontar estos dos días de partidos intensos y poder llegar a lo que todo el mundo quiere, conseguir el título de la Euroliga", manifestó al respecto.
Dos históricos que quieren reverdecer laureles
Maccabi Tel Aviv y Real Madrid son dos históricos de la Copa de Europa de baloncesto que quieren reverdecer laureles en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en la semifinal que les enfrentará este viernes (21.00 horas), y ganarse el derecho a disputar el domingo el título.
Desde la temporada 1967-68 Maccabi y Real Madrid son enemigos íntimos en la Copa de Europa, donde se han enfrentado en 41 partidos con balance 18-23 a favor del equipo español.
Los ocho títulos del Real Madrid, el más laureado del continente, y los cinco del Maccabi otorgan a esta semifinal un poso especial con sabor a baloncesto clásico y de categoría, aunque los dos equipos estén en plena remodelación y modernización de sus plantillas.
El Madrid vuelve a la elite quince años después de su última presencia en la Final a cuatro. Mucho tiempo, quizá demasiado para un equipo que ha escrito con letras de oro muchas páginas del baloncesto europeo.
El equipo español se marcó desde el principio de temporada el objetivo de su presencia en Barcelona. Calidad y juventud fueron sus apuestas, aunque no ha tenido un camino especialmente placentero y se ha dejado por el camino al entrenador Ettore Messina, que dimitió, y a Jorge Garbajosa, al que se invitó a abandonar el club.
