Curiosas las decisiones del Comité de Competición de la Real Federación Española de fútbol. Al Sevilla el multan con 3.000 euros por el botellazo a Iker Casillas durante el partido de ida de semifinales de la Copa del Rey. La polémica llega cuando se observa que son sólo mil euros más que la multa que el mismo comité estableció para Leo Messi por felicitar a su madre por su cumpleaños con una leyenda que llevaba escrita en una camiseta interior.
La multa para Messi es mucho mayor que los 600 euros que se establece para Osasuna por interferir sus afcionados al menos 3 veces en el desarrollo del juego cuando atacaba el Real Madrid. Curioso al menos el baremo del Comité de Competición.
En el caso del portero madridista, se valora que el botellazo no generó lesión ni heridas graves, y a la multa económica se añade el apercibimiento del estadio del Sevilla, el Ramón Sánchez Pizjuán, que sería cerrado en caso de que se repita el lanzamiento de objetos con puntería durante la presente temporada.
La polémica es clara: parece casi tan grave celebrar un gol levantándose la camiseta y mostrando un recuerdo para su madre que dar con una botella de agua en la cabeza de un futbolista. El Barcelona recurrirá la sanción a Messi, que parece tan desproporcionada como increíble.
