Las claves de la debacle del Real Madrid en el Calderón

  • Un Madrid irreconocible encajó la derrota más dura de la 'era Ancelotti' ante el Atlético de Madrid
  • Falta de recursos de Ancelotti, mal tono físico, ausencia de liderazgo, una defensa superada, el error de Casillas...

El Real Madrid encajó la derrota más dura de la era Ancelotti ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón (4-0), en un derbi madrileño marcado por la desgana madridista, la falta de liderazgo,

1. Un Real Madrid irreconocible: no hubo rastro del equipo de Carlo Ancelotti en el Calderón. Jugó sin la mentalidad que exige un partido grande de la Liga entre dos de los tres aspirantes al título, sin intensidad y con la cabeza en el colchón de puntos de ventaja que tenía respecto a sus perseguidores.

Perdió todos los duelos individuales, los balones divididos, las segundas jugadas. Le faltó intensidad y sacrificio. Cometió errores graves defensivos y tácticos sin aportar nada en el aspecto ofensivo. Un solo disparo a puerta y sin ningún peligro. No generó ni una sola ocasión de gol.

2. Falta de recursos de Ancelotti: una vez más el gran triunfador del derbi madrileño fue el 'Cholo' Simeone y de su particular pulso con Ancelotti salió señalado el técnico italiano por su falta de recursos. En toda la temporada no ha sido capaz de ganar en seis duelos al Atlético de Madrid y no inventó nada nuevo para cambiar el destino.

Mantuvo la misma idea, sin ningún movimiento de sus piezas sobre el tablero salvo la presencia de Sami Khedira buscando aumentar la fuerza en la lucha del centro del campo. En Copa del Rey, en la vuelta de octavos de final, encontró una variante para generar peligro con continuas entradas por bandas y centros en busca de remates que descartó en el Calderón. Su equipo no tuvo llegada.

3. Mal tono físico: en cuanto el Real Madrid ha tenido que disputar de nuevo tres partidos una semana, su físico no está a la altura del rival. El Atlético de Madrid tuvo toda la semana para preparar el derbi y fue un rodillo. Los síntomas de agotamiento blanco llegan por la poca fe de Ancelotti en su fondo de armario y las rotaciones.

Ha cargado toda la temporada a sus jugadores claves con minutos, en muchas citas innecesarios, y ahora tras las vacaciones navideñas se refleja en la falta de frescura en el terreno de juego y las lesiones musculares que van sufriendo.

4. Ausencia de liderazgo: el Real Madrid encajaba golpe tras golpe y ningún jugador de los que estaba en el terreno de juego pegaba un grito, animaba al compañero ni se echaba el equipo a la espalda. La ausencia de Sergio Ramos por lesión fue una losa. Referentes del equipo como Cristiano Ronaldo o Gareth Bale no dieron el paso al frente que se esperaba, superados por el ambiente y un partido en el que ningún jugador madridista se salvó de la quema.

5. Una defensa superada: no estuvo a la altura del duelo la improvisada defensa de Ancelotti, marcada por las bajas, aunque el problema defensivo del Real Madrid fue general, de conjunto. Comenzó arriba y terminó en la zaga. No hubo presión al rival ni ayudas de los tres jugadores de arriba.

Nacho Fernández y Varane se vieron superados en todo momento, no dieron abasto en su lucha con Mandzukic, ni en las ayudas a los laterales Coentrao y Carvajal, solos ante la superioridad del Atlético en sus ataques por el planteamiento de Simeone.

6. El error de Casillas: se defendió el capitán madridista al final del partido de su error en el tanto que rompió el partido, cuando nadie imaginaba lo que iba a suceder posteriormente, pese a que ya se veía a un Real Madrid poco fino. El potente disparo de Tiago pasó entre las piernas de Nacho y tocó ligeramente en Varane, provocó que la reacción de Iker no sirviese para frenar totalmente el esférico.

7. Presión sobre Cristiano: el grito de celebración de su último Balón de Oro se ha convertido en un arma de presión para las aficiones rivales. Los seguidores del Atlético de Madrid lo utilizaron bien en su contra, con un sonido ensordecedor que acompaño a Cristiano Ronaldo cada vez que tocó el balón. Junto al partido fue incrementando su ansiedad para acabar haciendo todo mal en el peor partido que se le recuerda en el Real Madrid.

Su regreso tras dos partidos de sanción era la esperanza del madridismo ante la plaga de bajas de jugadores importantes. Alejado de su verdadero nivel físico el portugués no apareció en una cita grande.