El Real Madrid se enfrenta al Granada este sábado (22.00 horas) en el partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de la Liga BBVA, con la intención de recortar la distancia que le separa de FC Barcelona y Atlético de Madrid, mientras que los nazaríes buscan la sorpresa tras reforzar su delantera en el mercado invernal y haber cambiado de entrenador.
Los de Mourinho están cogiendo el ritmo de la temporada pasada. Aunque sea tarde para los blancos, ya que los 15 puntos que los separan del líder hacen prácticamente imposible la remontada, quieren dar una buena imagen en la competición liguera y centrarse en la Copa y la 'Champions'. Así, las dos últimas victorias ante Valencia (0-5) y Getafe (4-0) han hecho coger confianza a los blancos, que se reforzaron con el empate cosechado ante el FC Barcelona en Copa.
Ahora, el Real Madrid tiene que reforzar la imagen ofrecida en los dos últimos encuentros ante un Granada que llega al partido con muchas novedades. Los andaluces han reforzado su delantera con las incorporaciones de Nolito y Buonanotte, además de los fichajes de Recio y Aranda, que se unieron a la disciplina rojiblanca a principios de año.
Los granadinos, que sólo han ganado dos partidos en su estadio en lo que va de temporada y que se encuentran a dos puntos del descenso, vienen de perder ante el Sevilla (3-0), lo que le costó el puesto al entrenador Juan Antonio Anquela, que era despedido el pasado martes para dejar su puesto a Lucas Alcaraz.
El nuevo preparador rojiblanco, por tanto, estrenará asiento ante un Real Madrid que podrá volver a contar con Sergio Ramos para formar el centro de la defensa, además de con Coentrao y Di María, que se perdieron por sanción el partido de Copa ante el Barcelona. Sin embargo, el portugués Cristiano Ronaldo se ha perdido los dos últimos entrenamientos del cuadro blanco y es duda para la disputa del partido, aunque viaja a la ciudad de la Alhambra.
Mal equipo para verse las caras en el estreno de Alcaraz, porque además trae recuerdos de lo ocurrido la campaña pasada, cuando un Granada desquiciado por el temor al descenso acababa rodeando al árbitro tras el partido, con la imagen en la retina del 'botellazo' de Dani Benítez a Clos Gómez.
