El Alcorcón sueña con subir a Primera

El Alcorcón, que llegó a la última jornada del campeonato inmerso en una dinámica negativa de cinco encuentros consecutivos sin ganar, no falló en el cierre de campaña frente al Sabadell, finalizó quinto la temporada y jugará por segundo año consecutivo la promoción de ascenso a Primera.

Hasta la jornada 36, el Alcorcón bien podía calificar de "perfecta" la temporada que estaba realizando, puesto que llegaba al último tramo del campeonato, a falta de seis encuentros para el final, en una idílica segunda posición.

Sin embargo, las derrotas frente a Girona, Villarreal y Almería, tres rivales directos por el ascenso, hicieron mella en la moral de los alfareros, que también sucumbieron estrepitosamente frente al Castilla (4-0) en la penúltima jornada, jugándose todo a una carta en el último partido.

La victoria frente al Sabadell (4-0) ha sido un balón de oxigeno para el conjunto alfarero, que por segunda vez en su historia jugará la promoción de ascenso a Primera, un "éxito tremendo" según reconoció ayer el técnico José Bordalás, que dirige al equipo con el segundo presupuesto más bajo de la categoría.

FUERTE EN CASA

La fortaleza que el Alcorcón exhibió en Santo Domingo durante gran parte de la campaña, con catorce victorias, tres empates y cuatro derrotas, ha sido una de las claves sobre las que se ha cimentado el éxito de este equipo, que por contra ha arrastrado un lastre con sus resultados a domicilio, saldados con un balance de siete triunfos, tres empates y once derrotas.

Después de una temporada en la que prácticamente en todas las jornadas ha estado entre los seis primeros, su presencia en las eliminatorias de promoción hace justicia a un equipo que nunca se ha resistido a seguir soñando con Primera División.

El carácter competitivo que Bordalás ha imprimido al equipo desde el inicio ha llevado al Alcorcón a disputar por segunda vez en su historia la promoción de ascenso, un logro que supera con creces el objetivo principal, que era la permanencia.

Su llegada el pasado verano al banquillo alfarero era una incógnita, principalmente porque en la historia reciente del club todo giraba alrededor del anterior técnico, Juan Antonio Anquela, que había conseguido el ascenso a Segunda, jugar una histórica promoción para subir a Primera y convertir el vestuario en una auténtica familia sin ninguna fisura entre sus componentes.

Bordalás ha sabido sobreponerse a todo eso imponiendo su sello personal, dotando al equipo de mayor carácter competitivo y los resultados le han avalado.

El siguiente reto es superar la primera ronda de la promoción frente al Girona, un rival al que en el campeonato regular se ganó en casa (4-1), pero con el que se perdió a domicilio (3-2).

La eliminatoria se prevé igualada. La ilusión y la ausencia de presión pueden ser las bazas a favor del Alcorcón en 180 minutos que pueden bajarles de un plumazo de las nubes o seguir prolongando un sueño que podría tornarse en realidad.