Grupo H: Bélgica, Rusia, Corea del Sur, Argelia

  • Los 'diablos rojos' de Bélgica se postulan para convertirse en revelación
  • Rusia, la redención de Capello
Selección de Bélgica
Selección de Bélgica |Telemadrid

LA BÉLGICA DE COURTOIS

Tras una clasificación para el Mundial casi perfecta, una nueva generación de los diablos rojos de Bélgica como Vincent Kompany o Eden Hazard está llamada a convertirse en la gran revelación de la Copa del Mundo de 2014. La selección belga de fútbol regresa al máximo escaparate universal 12 años después de su último partido en un torneo internacional y lo hará invicta, sin haber perdido ni un solo encuentro en la fase de clasificación.

La actuación de prometedores futbolistas como el portero del Atlético de Madrid, Thibaut Courtois, de 21 años, de los mediocampistas del Chelsea, Eden Hazard y Kevin De Bruyne, de 22, o del delantero del Everton Romelu Lukaku, de 20, confirma las altas expectativas sobre una de las selecciones con la media de edad más baja del panorama actual.

La otra mitad del éxito reside en la gestión del nuevo técnico, el políglota Marc Wilmots, un icono deportivo en Bélgica responsable de 28 goles con la camiseta nacional en los noventa. Wilmots ha sabido imprimir en esta joven generación de futbolistas tres valores definitorios de su trabajo: espíritu de equipo, tesón y juego limpio.

Así las cosas, Bélgica está dispuesta a revivir su época dorada de los ochenta, que le sirvió para conquistar el segundo puesto de la Eurocopa de 1980 y codiciar la final del Mundial de México 1986, donde terminó cuarta tras claudicar ante la Argentina de Diego Maradona y superar previamente a la España de Emilio Butragueño.

RUSIA, LA REDENCIÓN DE CAPELLO

Rusia se clasificó brillantemente para el Mundial de Brasil tras dejar en la cuneta a la gran favorita de su grupo, la Portugal de Cristiano Ronaldo, éxito que supone la redención de su seleccionador, el italiano Fabio Capello.

Con el lema El motor del futbolista está en la cabeza, no en las piernas, Capello se propuso cambiar la endeble mentalidad del fútbol ruso y para ello lo primero que hizo fue deshacerse de vacas sagradas como Arshavin, Pavlychenko, Pogrebnyak y Zyriánov.

Capello ha entregado los galones del equipo a jóvenes como Alexandr Kokorin (Dinamo), la nueva estrella del equipo, a futbolistas grises como Glushakov (Spartak) y a jugadores hasta ahora marginados por la selección como Fayzulin (Zenit) o Samédov (Lokomotiv).

Kokorin, de 22 años, es un jugador muy completo, ya que sin ser un dechado de técnica, maneja bien las dos piernas, tiene instinto goleador y puede jugar tanto de delantero centro, como de 10 o incluso en la banda. Entre los veteranos, únicamente conserva el puesto el delantero Alexandr Kerzhakov, que parece vivir una segunda juventud a sus 31 años, y Shirókov, un jugador vital para el equipo por su personalidad.

La Rusia de Capello es un equipo muy seguro en defensa, que apenas arriesga el balón, y que cimenta su estabilidad en la compenetración de sus centrales -Ignashévich y los hermanos Berezutsky- y la seguridad de su portero Ígor Akinféev, titular indiscutible desde 2005.

A lo que Capello aún no ha podido encontrar una solución es a la falta de gol del equipo eslavo, ya que Kokorin es el único capaz de superar con su talento las defensas rivales, y mucho depende de las llegadas desde atrás de Shirókov y de las jugadas por banda del fino Samédov.

COREA DEL SUR, UN EQUIPO SIN ESTRELLAS

Tras una ronda de clasificación irregular en la que estuvo a punto de quedarse fuera del Mundial por primera vez en 28 años, Corea del Sur se presenta en el sorteo de la primera fase de Brasil 2014 con un equipo defensivo y ordenado que carece de grandes estrellas.

El delantero Hon Seung-min, que juega en el Bayer Leverkusen alemán, y los centrocampistas Koo Ja-cheol, del Wolfsburgo, y Ki Sung-yueng, del Sunderland inglés, son las principales bazas con las que cuenta la roja de Asia para tratar de dar la sorpresa en la próxima Copa del Mundo.

El equipo surcoreano, criticado en su país por la falta de calidad en ataque, presenta sin embargo un sólido y ordenado muro defensivo con el que promete ponerle las cosas difíciles a las potencias futbolísticas que se crucen en su camino.

En la fase de clasificación Corea del Sur, que ha participado en todos los mundiales desde 1986, estuvo a punto de ser enviada a la repesca por rivales aparentemente más flojos tras perder en casa 0-1 el último partido contra Irán, que finalmente obtuvo el primer puesto del grupo A de Asia.

ARGELIA SALVA EL HONOR DEL MAGREB

La selección argelina, el único combinado magrebí que jugará el Mundial, viajará a Brasil con la esperanza de lograr una hazaña histórica, superar la fase de grupos, un reto que se le ha atragantado en sus tres anteriores citas mundialistas.

Para Brasil, el combinado argelino cuenta con una renovada generación de talentos con jugadores formados en las ligas europeas, especialmente en la española. Entre sus figuras destacan Sofiane Feghouli, del Valencia, Mehdi Lacen, del Getafe, y Yacine Brahimi y Hacen Yebda, del Granada.

Su afición también tiene puestas sus esperanzas en Saphir Taider e Ishak Belfodil, del Inter de Milán, y en Islam Slimani, delantero centro del Sporting de Lisboa. Jugarán bajo la batuta del bosnio Vahid Halilhodzic, exentrenador entre otros del París Saint Germain y que aterrizó en Argelia en julio de 2011, tras su paso por Costa de Marfil, a cuya selección logró clasificar para Sudáfrica, aunque no la acompañó finalmente en su viaje a Pretoria.