"La rendición", una historia de pasión sin límites, en el María Guerrero

La Rendición
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El relato de la pasión sin límites que vive la protagonista de la novela "La rendición" llega mañana al Teatro María Guerrero de la mano de la actriz Isabelle Stoffel, que ha adaptado la obra de la escritora de origen australiano Toni Bentley.

Traducido a varias lenguas, se trata de un texto polémico que narra en primera persona el goce que halla la protagonista, más allá de las convenciones, a través de la sodomía y el poder trascendente de esta práctica sexual en la que encuentra a dios.

La obra está dirigida por Sigfrid Monleón quien recordó durante su presentación que tanto él como Stoffel se quedaron deslumbrados "por la calidad literaria y la forma valiente y profunda" de tratar el sexo en la obra, en la que no falta la ironía y el sentido del humor.

Desde que el libro llegó a sus manos, Isabell Stoffel tuvo claro su deseo de hacer una adaptación teatral por lo que durante un año, y en colaboración con la autora, trabajó en la adaptación de la obra que durante tres meses se representó en Microteatro.

A una de estas representaciones acudió Ernesto Caballero, director del Centro Dramático Nacional, quien "inmediatamente" les propuso llevar la obra a la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero", recordó Stoffel.

Su personaje no teme contar abiertamente su rendición, tras ser iniciada por un amante en un placer radical e inesperado, el del sexo anal, para abordar todos los aspectos de ese acto en el que ella se siente renacer.

Un acto que implica abandono y confianza, que colma ciertos deseos de sometimiento, unos anhelos que acaban haciéndola dueña de sí misma y de su placer.

"Se trata de una mujer que habla sobre temas que no suelen tratarse. Es una bailarina con una formación muy rígida respecto a su cuerpo, pero también es una escritora que sabe describir su experiencia personal", comentó la actriz.

La protagonista del monólogo "alcanza la trascendencia" a través de la experiencia física profunda. Es una mujer atea que ansía creer, pero no puede, y que encuentra a dios primero en el baile y luego en la sexualidad.

"Lo especial del relato es que ella llega a esta trascendencia a través del sexo anal, práctica poco común en las mujeres y que en raras ocasiones cuentan", afirmó Stoffel para quien es importante el hecho de que el espectador puede identificarse con el personaje, entender qué siente y porqué siente de esa manera.

La honestidad "de la voz de la mujer que se atreve a hablar de un tema difícil de poner en palabras" fue lo que más llamó la atención de la actriz que en su adaptación ha mantenido la esencia del libro "siendo fiel a los sentimientos" que tuvo al leer el texto.

Para la escritora Toni Bentley, que ha viajado a España para apoyar a Stoffel, es como un milagro el que su libro haya llegado al teatro "y una experiencia alucinante".

La autora reconoció el gran esfuerzo realizado por Stoffel que llegó a enseñarle hasta 17 versiones. "Yo le dije que convirtiera el texto en algo suyo y ha hecho un trabajo increíble de adaptación. Me ha hecho un regalo al poder ver el reflejo de mi propio texto desde su mirada".

Bentley recordó que el libro fue acogido en Estados Unidos "con mucho nerviosismo" ya que la sodomía sigue siendo un tabú. "Tenía que haberlo publicado en Europa, donde se atiende más a otras cosas. En Estados Unidos son muy puritanos y hasta las feministas decían que una mujer no debía escribir sobre este tema".

Tras su paso por Madrid, donde estará en escena hasta el 17 de febrero, la obra iniciará una gira nacional e internacional, con versiones en alemán e ingles, y Siggfrid Monleón no descarta una versión cinematográfica.