Dos vidas paralelas se cruzan en 'Zancas de Pollo con Caviar'

  • En Microteatre de Valencia de miércoles a domingo, desde el 1 hasta el 26 de octubre
  • Es la primera obra del periodista Eduardo Viladés
“Zancas de Pollo con Caviar”
En Microteatro de Valencia |Archivo

Bárbara Etxaide es una joven y extrovertida cocinera preparada para un prometedor futuro entre fogones. Es capaz de preparar una cena para veinte comensales con cuatro ingredientes y mucha imaginación. Todo cambiará cuando acepta una oferta de trabajo del INEM en un peculiar centro para la reinserción ciudadana de causas pérdidas. Allí conocerá al neurótico y malhumorado Sebastián Domenech, uno de los mejores chefs de la ciudad.

Así arranca la obra Zancas de Pollo con Caviar, una divertida comedia de enredo cargada de ternura. El gancho reside en el cambio de carácter de los dos personajes. Bárbara y Sebastián lloran, ríen, se emborrachan, fuman, en una vorágine de sentimientos alrededor de una paella.

Ernesto Colell es Sebastián y advierte que “aunque al principio puede resultar antipático al público por su aire prepotente, con el devenir de la obra va mostrando su ternura y su soledad. Al mismo tiempo, aparece la capacidad de reírse de sí mismo y trivializar su triunfo profesional.

Sin complejo alguno; ni profesional ni personal ni físico”. Sebastián se topará con Bárbara, que en realidad es como él pero con 50 años menos. Dos seres paralelos que se encuentran por casualidad pero que en unos minutos terminan compenetrándose y comprendiéndose.

Silvia Martínez es Bárbara. “Me parece muy interesante, divertida, con muchos colores y un ritmo cómico y vertiginoso que funcionará muy bien. Me sentí bastante identificada con ella al ser una chica extrovertida, dicharachera y con las cosas muy claras a pesar de su corta edad. La verdad es que me siento muy cómoda en la comedia y me encanta que la gente se ría conmigo”.

Bárbara es una chica joven pero a la vez es madura, inteligente, perspicaz y con los pies en el suelo, el claro contrapunto a Sebastián. Eduardo Viladés es el autor y director de Zancas de pollo con caviar.

¿Estás nervioso ante el estreno de tu primera obra de teatro como autor?

De momento no, la verdad. No te digo que el día del estreno me suba por las paredes pensando en como irá todo y si la primera representación será un éxito. Estos días previos es fascinante el proceso de ensayo con los actores. Hay que reconocer que les espera un mes muy duro porque tendrán seis pases diarios cinco días a la semana durante un mes. Estamos hablando de 30 representaciones semanales y eso requiere mucha preparación. ¡Y paciencia!

¿Cómo surge la idea de Zancas de Pollo con Caviar? ¿Tiene algo de autobiográfico el personaje de Bárbara?

A mi siempre me ha gustado el teatro y de hecho durante los años que viví en Madrid estudié durante dos años clases de arte dramático en la maravillosa escuela de teatro alternativo Cuarta Pared.

Parte de mi amor por el teatro, aunque lógicamente viene desde niño, se lo debo a María Escobar, mi profesora en Cuarta, una actriz excelente con la capacidad de hacer que amemos el arte dramático.

A todo esto, desde que tengo uso de razón escribo muchas cosas, relatos, novelillas, todo lo que veo a mi alrededor es susceptible de contarse, estamos rodeados de historias que hay que contar. Para mí, que me defino como desequilibrado a mucha honra porque no soporto la gente convencional, escribir ha sido siempre una terapia para huir, quizá de mi mismo muchas veces, pero me da igual. Soy así. (Algo que este entrevistador, que conoce al autor desde hace casi diez años, corrobora). El caso es que nunca había escrito teatro. Ya te digo, había actuado como actor y soy un espectador nato de teatro y cine, pero nunca había escrito una obra fuera de mi prosa.

Hace tres meses fui con unos amigos a ver una obra a la sala Microteatro en Valencia y al salir me dije “por qué no” y compuse Zancas, con la buena fortuna de que fue seleccionada entre decenas de propuestas, algo que me llenó de orgullo y que sinceramente ocurrió contra todo pronóstico.

Sí, supongo que algo de autobiográfico hay. Está claro que Bárbara casi podría ser mi hija porque tiene 21 años y yo acabo de cumplir 38 y gracias a Dios hace años superé su histrionismo ante la vida, pero bien es cierto que yo, como el personaje femenino, me crié en Logroño, estudié en Pamplona y mi carácter es muy del Norte. También es verdad que hace un año, por los vericuetos que da la vida, me vine a vivir a Valencia.

También existe un componente autobiográfico con el personaje de Sebastián porque se me va la cabeza muchas veces y después me arrepiento de lo que he dicho o hecho.

Zancas de pollo con caviar se estrena en Microteatre de Valencia. La podrán ver entre las 20 y las 22,.30 h de miércoles a domingo desde el 1 hasta el 26 de octubre.