Pocos políticos en los Goya y todos en un segundo plano

Tal y como advirtió al inicio de la gala de los Goya su presentador, Dani Rovira, el tiempo que iba a dedicar a hablar de los políticos sería proporcional al que ellos han destinado a la cultura, y así ha sucedido en una noche en la que se ha vuelto a pedir un pacto de Estado para el cine.

Si en las galas de los últimos años los políticos presentes y ausentes eran objeto de muchas intervenciones, esta noche han pasado a un segundo plano, aunque varios protagonistas de la noche han aprovechado sus discursos para pedir más apoyo al sector.

La presidenta y el vicepresidente de la Academia del Cine, Yvonne Blake y Mariano Barroso, respectivamente, se han repartido el discurso institucional de la gala, en el que han subrayado que el cine "no vive del Estado".

El vicepresidente de la Academia ha destacado durante su intervención la rentabilidad "de la cultura, del conocimiento y de la identidad" y ha recordado que durante el pasado año se recaudaron en las salas de cine 605 millones de euros, de los que 105 millones fueron por el IVA del 21 por ciento aplicado a las entradas.

Mientras, el presupuesto dedicado por el Estado al cine ha sido de 77 millones por lo que en concepto de IVA por entradas ha recaudado 28 millones de euros más de lo que va a gastar en el sector.

La alta tasa de paro que vive el mundo del cine ha sido otro de los aspectos destacados en el discurso del vicepresidente, que ha asegurado que sería un "gran regalo" que los partidos políticos se unieran para acordar un pacto de Estado.

Sólo el 8 por ciento de los actores en España pueden vivir de su trabajo, ha recordado el actor y director Daniel Guzmán, una cifra que ha dejado "helada" a la actriz Emma Suárez al recoger el primero de los dos premios que ha recibido esta noche, el de mejor actriz de reparto, al que poco después ha sumado el de mejor actriz.

Al igual que la presidenta de la Academia ha vaticinado que la "cosecha" cinematográfica del próximo año será "fantástica", el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha alabado a su llegada a la gala la "gran cosecha" de 2016, con 168 películas, 5 millones de espectadores y 20 por ciento de cuota de pantalla.

Los líderes de Podemos, Pablo Iglesias; de Ciudadanos, Albert Rivera; y de Izquierda Unida, Alberto Garzón, así como la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, han sido algunos de los políticos que, además de Méndez de Vigo, han asistido a la gala.

A su llegada, el secretario general de Podemos ha dicho que confiaba muy poco en que el Gobierno apoye el sector cultural ya que "el PP y la cultura son dos nociones diferentes" y por ello ha destacado la necesidad de ganar a los populares para que la cultura tenga el apoyo institucional "que se merece".

Vestido con esmoquin, al igual que lo hizo en la gala del año pasado, Iglesias ha explicado que lo llevaba como una "señal de respeto" a los trabajadores y trabajadoras del cine, aunque lo ha calificado de disfraz porque nunca lleva ropa de ese tipo.

También de esmoquin pero con una pajarita azul para dar "algo de color", el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha mostrado hoy convencido de que esta legislatura el IVA cultural bajará del 21 por ciento actual a uno reducido y ha confiado en que el Gobierno "no maree la perdiz".

El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha indicado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sufre una "desconexión dramática" con la cultura: "O se ayuda al sector o tenemos un problema, que está muy bien expresado cuando el presidente dice que no ha visto ninguna de las películas" candidatas a los Goya de este año.

A esta afirmación de Rajoy se ha referido también José Antonio Bayona, ganador del Goya a la mejor dirección por "Un monstruo viene a verme" y ha señalado que esperaba de él "un poco de compromiso" y que vea alguna" película.

Precisamente, el cineasta Daniel Sánchez Arévalo ha explicado hoy que días después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegurara que no había visto ninguna de las películas que aspiraban a los Goya este año, le llevó tres cintas españolas a la sede del PP en la calle Génova de Madrid.

"Tarde para la ira", "El hombre de las mil caras" y "Azuloscurocasinegro" son los tres títulos que el cineasta llevó a Rajoy, un gesto en el que, ha señalado, "no había ninguna acidez ni agresividad" sino "de amor" para que viera alguna película española.