Phenomena de Nacho Cerdá devuelve la magia de acudir al cine

  • Apuesta por la nostalgia de vivir en pantalla grande una sesión triple del mejor terror ochentero
  • El público disfrutó con "Noche de Miedo", "La Noche de Halloween" y "El Terror Llama a su Puerta"
Terrorífica Noche de Miedo
Terrorífica Noche de Miedo |Noche de Miedo

Los cines Callao acogieron este sábado una triple sesión muy especial de Phenomena Experience: "Noche de Miedo" (Fright Night) de Tom Holland, "La Noche de Halloween", de John Carpenter, y "El Terror Llama a su Puerta" (Night of the Creeps) de Fred Dekker.

En una época de remakes y reboots es bueno volver al origen, recuperar a los clásicos. El fantástico setentero y ochentero han inspirado genialidades como la exitosa “The Conjuring” de James Wan.

El marco de la madrileña sala de proyecciones invitaba a dejarse llevar. Un entorno vetusto y auténtico con un regusto añejo con las moquetas y las butacas de siempre. Podemos imaginarnos fácilmente unas cortinas abriéndose antes de la proyección.

Y para la ocasión, el público disfrutó con un desfile de vampiros, psicópatas y otras criaturas de la noche. Para crear ambiente. A las doce de la noche la sala estaba abarrotada con un público venido de todas partes de España, desde Málaga o La Coruña a Palma de Mallorca.

A Laura lo que más le gusta es “la posibilidad de volver a ver películas que marcaron mi infancia y que nunca hemos podido disfrutar en pantalla grande con mis amigos”.

“La Noche de Halloween es una de las primeras películas de terror que me quitaron el sueño cuando era pequeño” nos cuenta Xisco.

NACHO CERDÁ: "EL CINE ES UNA COMUNIÓN SOCIAL"

“Phenomena es una comunión social, una apuesta por revivir la nostalgia del cine de barrio” recalca el director de cine, Nacho Cerdá y principal responsable de una iniciativa para devolvernos la magia de acudir a una sala de cine.

Cerdá es responsable de “Los abandonados” (‘The Abandoned’, 2006), aunque comenzó su precoz carrera en el cine a los 21 años con el cortometraje ‘The Awakening”.

Hay un punto de fetichismo en las sesiones de Phenomena, en su afán de recuperar blockbusters ochenteros y serie B con sabor nostálgico que con el tiempo han llegado a ser películas de culto.

“Mucho de este cine que me hizo amar el género fantástico lo vi en el videoclub y me atrajeron por sus carátulas ("La Cosa", "Creepshow", "Aullidos"). Recuerdo “No Profanar el Sueño de los Sueños”, “Nueva York bajo el Terror de los Zombies” o “Maniac” recalca Cerdá.

“Los dibujos de las carátulas eran tremendamente atractivos como los de Lucio Fulci, las películas italianas o incluso las de José Frade. Era todo un ritual descubrir el cine fantástico, mi pasión desde que me llevaron de pequeñito a ver Tiburón” recuerda el realizador.

EL BALANCE PERFECTO ENTRE FESTIVO Y TERRORÍFICO

"Cineastas como Tarantino han bebido de las referencias del fantástico y el cine de serie B ochentero. Las nuevas generaciones de jóvenes se identifican más con películas de culto con las que no tienen vínculo emocional por edad como “Noche de Miedo” que sigue siendo efectiva y se contempla con la misma nostalgia entrañable con la que recordamos a “Los Goonies” asegura Cerdá.

"Hay gente que se ha hecho amigos en la cola del cine viendo a una sesión de Phenomena, como cuando era pequeño e iba a ver una película de Darío Argento y éramos cuatro en la sala".

“Queremos programar las sesiones en función de las emociones que te crean. El orden importa mucho como cuando proyectamos Regreso al Futuro y ET juntas, causando un cóctel de sensaciones contrapuestas” confiesa el director.

El objetivo de Phenomena es hacer un balance entre una película festiva como “Noche de Miedo”, un terror más serio como el de “La Noche de Halloween” y la gamberra “El Terror Llama a su Puerta” de Fred Decker con Tom Atkins, uno de los actores fetiches de Carpenter.

NOCHE DE MIEDO

La cinta que supuso la puesta de largo de Tom Holland en la gran pantalla y que, veintiocho años después conserva intactos los muchos valores que la convirtieron en uno de los grandes éxitos de su año de estreno y en la segunda cinta de terror más taquillera de 1985 sólo por detrás de la segunda parte de ‘Pesadilla en Elm Street’ (‘A Nightmare in Elm Street’, Wes Craven, 1984).

Cualquiera que haya pasado su infancia en los 80 y 90 recordará los largos paseos hasta el videoclub del barrio para escoger una película. En la era de los videocasetes de VHS. Realmente no conocíamos mucha información sobre los títulos y nos dejábamos atrapar por las fantásticas carátulas con estremecedoras ilustraciones y sinopsis que llegaban a dar más miedo que las propias películas.

Así me encontré en una de las estanterías con la de “Noche de Miedo”. Unas nubes que configuraban una demoníaca presencia de afilados colmillos, un tenebroso caserón asediado por los vampiros y un título tan sencillo como efectivo.

Una cinta deliciosa de chupasangres ochenteros ideal para una noche lluviosa o una tarde de sesión de videoclub entre varios amigos que podría visionarse junto a “Jóvenes Ocultos” o la miniserie “El misterio de Salem’s Lot” de Tobe Hooper (1979), con la que guarda numerosas similitudes.

De todo el reparto sobresale el falso cazador de vampiros encarnado por Roddy McDowall, cuyo nombre sale de la fusión de Peter Cushing y Vincent Price, los Van Helsing y Drácula de las cintas de la Hammer.

Un clásico inolvidable del género fantástico ochentero que nos sorprende con sus efectos de maquillaje tan efectivo como terrorífico, que ha resistido muy bien el paso del tiempo. A años luz de su correcto pero innecesario remake de Craig Gillespie (2011).

LA NOCHE DE HALLOWEEN

El plano subjetivo, las luces y las sombras, la sobrecogedora banda sonora y la sutileza de un Carpenter que apuesta por mostrar menos y sugerir más. Una cinta que se benefició de la falta de medios para crear lo que hoy es un clásico con cuatro amigos y unas cervezas. Los apenas 300.000 $ que costó en 1978 no llegarían hoy a cubrir el presupuesto de un capítulo de “Águila Roja”.

El maestro John Carpenter (“La Niebla”, "La cosa" o "1997 rescate en Nueva York") parió en tan sólo 3 semanas de rodaje un nuevo género de cine de terror moderno.

El slasher ochentero con el indestructible psicópata enmascarado armado con un afilado cuchillo tan explotada en la saga “Viernes 13” o en las diez secuelas de las andanzas de Michael Myers.

Con mayor o menor fortuna, Jamie Lee Curtis volvió a ponerse en la piel de Laurie Strode hasta en tres ocasiones más. A destacar la segunda parte de Rick Rosenthal “Halloween II. Sanguinario” (1981) y el “H20” de Steve Miner (1998), que recuperó la franquicia para el siglo XXI. Aunque sólo el magnífico remake de Rob Zombie (2008) esté a la altura de la original de Carpenter .

Las reglas de “La noche de Halloween” han sido reproducidas una y otra vez hasta llegar a “Scream” o “Sé lo que hicisteis el último verano”.

EL TERROR LLAMA A SU PUERTA

Un peligroso organismo extraterrestre llega a la Tierra. Se trata de unas babosas extraterrestres que se introducen por la boca, alojándose en el cerebro de la víctima y convirtiéndolos en auténticos zombies.

Una gamberra comedia de terror adolescente en esta producción de los ochenta que homenajea el cine de serie B de los 50 y 60 (invasiones alienígenas, los bichos viscosos, muertos vivientes y algún psycho killer suelto), bajo el manto de una comedia de universitarios protagonizada por un par de geeks.