'Pastel de pera con lavanda', cine sensible y sensorial, de Eric Besnard

  • Uan peliícula sobre el autismo que se estrena el próximo 29 de julio en España
"Pastel de pera con lavanda"
"Pastel de pera con lavanda" |Telemadrid

El cineasta francés Eric Besnard, con una carrera asentada más como guionista que como director, ha reconocido en una entrevista con Efe que su nueva película, la delicada Pastel de pera con lavanda, que se estrena el próximo 29 de julio en España es, por fin, el cine que "necesitaba" hacer.

"No quería hacer una película sobre el síndrome de Asperger, yo quería hacer una película sensorial; como guionista he hecho muchas películas para los demás, pero había llegado el momento en mi vida que necesitaba hacer algo más cercano a lo que soy yo, a mi mirada como realizador", se explica.

Porque el protagonista de "Pastel de pera con lavanda" es Pierre, un hombre superdotado en múltiples facetas intelectuales de su vida, pero con graves problemas de comunicación; un hombre que tiene ese trastorno específico del autismo.

El director, que charló con Efe en Madrid hace unas semanas, aceptaba con cierta resignación que en España se estrenase la cinta con el título elegido por el mercado alemán, donde fue todo un éxito, con más de 500.000 espectadores, por si "le daba suerte", aunque prefería el original: "Le goût des merveilles", es decir, "El gusto de las maravillas".

Un gusto que se saborea desde el primer fotograma no solo por los deliciosos paisajes rurales del Drôme, en la Provenza francesa, con sus campos de peras y lavanda, sino también por las sensibles interpretaciones del equipo actoral, encabezado por un desconocido Benjamin Lavernhe, procedente de la Comédie Française en el papel de Pierre, y la belga Virginie Efira, como Louise, la viuda de la que el joven se enamora.

"Tenía ganas de ilustrar mi propia mirada e introducir una metáfora de lo que yo creo que es un realizador. El filme simboliza lo que es el cine para mi, la capacidad de conservar la mirada hacia la infancia, de parar el tiempo", señala, sobre el curioso punto de vista de Pierre sobre el que gira la película.

Besnard pensó en este personaje tras observar que "el problema que hoy tenemos todos es que corremos contra el tiempo, en un mundo cada vez más rápido, y Pierre funciona a 24 fotogramas por segundo. Él dice: 'Para, vive el instante', tiene esa capacidad", algo que en su opinión sólo fluye sinceramente en la infancia. "

Yo guardo mi propia batalla contra el cinismo reinante, la ironía ya me hastía, me gusta el humor, pero estoy harto de dobleces; un niño no es irónico -enfatiza-, se ríe, aprecia, saborea disfruta las cosas con el tiempo, pero según crecemos nos protegemos y tomamos distancia. Creo que hay que dejarse vivir", resume.

Bajo el prisma de este personaje que "simplemente tiene una estructura neurológica diferente", Besnard ha compuesto una bellísima fábula sobre el amor a la diferencia y el valor de la sinceridad y la calma.

En "Pastel de pera con lavanda", una mujer viuda con dos hijos que vive sola y tiene problemas económicos porque no logra sacar adelante el negocio agrícola que su marido explotaba brillantemente, atropella un día a un hombre extraño, a la vez dulce e impertinente.

"Me plantee un personaje femenino que simbolizara quiénes somos nosotros; ella tiene problemas profesionales, de dinero, con sus hijos, y también personales, porque sigue de luto años después de la muerte del marido, y lucha contra el tiempo constantemente".

"Cuando alguien con una lógica completamente diferente llega a su vida y les recuerda que lo esencial no es vivir la vida como la están viviendo sino saborearla, ella reacciona, y su familia también. Y cuanto más jóvenes son, más rápido le entienden", indica el director.

Besnard, que además de cineasta fue asesor del expresidente francés Lionel Jospin, está casado con una psicoanalista experta en niños autistas; de ahí -detalla a Efe- se interesó por el tema y acabó sumergido entre familias con el problema y, guiado por médicos especialistas, escribió su guión."Ellos me aseguraron que no me iba mucho de la realidad, que no había nada chocante; así, me lancé e hice la película", explica.