Michael Fassbender: "Hay más terror en 'Alien: Covenant' que en 'Prometheus'"

  • Alien: Covenant, la nueva entrega de la saga de ciencia ficción que llega a los cines este viernes 12 de mayo

Michael Fassbender protagoniza, por partida doble, Alien: Covenant, la nueva entrega de la saga de ciencia ficción que llega a los cines este viernes 12 de mayo. Una nueva precuela que, como ya ocurriera con Prometheus, vuelve a dirigir el padre de la mítica franquicia, Ridley Scott, pero que a diferencia de su antecesora se acerca más al espíritu de thriller de terror espacial del filme original de 1979.

Al igual que en otro de sus recientes estrenos, la adaptación del popular videojuego Assassin's Creed, el actor de origen alemán vuelve a interpretar a dos personajes en la misma película: David, el androide al que ya dio vida en Prometheus, y Walter, el nuevo sintético que acompaña a la tripulación de Covenant.

"`Para mí está genial porque me pagan el doble!", dice entre risas Fassbender en una entrevista con Europa Press durante su visita a Madrid en la que también matiza que, aunque se trate de androides físicamente idénticos, David y su versión más evolucionada, Walter, guardan notables diferencias: "David es un personaje muy expresivo, exagerado y con maneras teatrales, mientras que Walter es más analítico, tiene cero emociones y, sobre todo, diría que es un personaje justo".

Diferencias muy sensibles entre Walter y David que, según apunta el actor nominado al Oscar por Steve Jobs y 12 años de esclavitud, existen también entre los dos últimos filmes de la saga Alien. "Creo que Covenant es más un thriller de horror. Hay más terror en esta película, pero también tiene esa vena filosófica sobre cuestiones como la creación y la inteligencia artificial que ya tenía Prometheus", afirma.

20 AÑOS ANTES DEL PRIMER ALIEN

Los hechos relatados en Covenant, un filme que sigue las andanzas de una nave llena de colonos humanos que, en una misión pionera, parte rumbo a un lejano planeta habitable, tiene lugar 10 años después de Prometheus y 20 años antes del filme original. Es decir, dos décadas antes del primer contacto de Ripley con los 'xenomorfos'.

Dos precuelas que se enmarcan dentro una misma trilogía, la primera de las dos con la que Scott tiene planeado ampliar su universo alienígena. Un ambicioso entramado en el que todavía hay muchas historias que contar y, sobre todo, muchos enigmas por resolver.

A algunos de los planteados en Prometheus sí que da respuesta Covenant. Una película que, subraya Fassbender, más allá de la siempre terrorífica presencia de los 'xenomorfos' -rebautizados en esta nueva versión como 'neomorfos'- ofrece una trama "con muchas capas" que engordan la trascendente mitología de la saga de Scott.

En este sentido, Fassbender anima a los espectadores a presentar especial atención al "genial" prólogo que abre la película y que protagoniza David junto con otro viejo conocido. Una pieza, avisa, irá cobrando su verdadero y enorme sentido a medida que avanza la película ya que ahonda en un concepto clave en la franquicia: la inteligencia artificial.

"En cuatro minutos David se da cuenta de que su creador es más vulnerable que él y eso dispara sus pensamientos. Se empieza a replantear cuál es posición respecto a su propio creador", revela el actor.

EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

Además de explorar la naturaleza de la fe, los límites de la Inteligencia (humana y artificial) o los misterios de la creación, en

Covenant Ridley Scott relata la que sería la primera misión colonizadora a gran escala de la historia de la humanidad. Un futuro, el de buscar hogar en otros planetas, al que, según Fassbender, estamos casi abocados si queremos sobrevivir como especie.

"El problema tal vez sea que no tengamos elección. Ya se está hablando de esa posibilidad", apunta el actor, que señala que el gran reto para el futuro colonizador de la humanidad será "poder viajar a la velocidad de la luz" para lograr llegar hasta esos planetas tan lejanos.

Un viaje que, dice Fassbender, puede llevar a que varias generaciones dediquen su vida a ese objetivo: "Nos imagino mandando familias enteras al espacio. Hombres y mujeres que nacen y mueren en una nave espacial hasta que una generación posterior finalmente llega a su destino".