Malú presenta 'Ni un paso atrás', un documental sobre su vida

María Lucía Sánchez Benítez, Malú, acaba de cumplir 34 años, de los que casi veinte los ha pasado subida a un escenario; una vida y una historia que la artista ha revivido en el documental "Ni un paso atrás", que firman su primo "Ha sido un regalo. Cuando echas la vista atrás, porque sigues sin parar, te das cuenta de lo pequeña que era, porque es que era tan pequeña... Lo veo ahora con una perspectiva más adulta y sé que se me ha hecho un gran regalo", ha dicho la artista en una entrevista con Efe.

Malú se encuentra en Madrid donde acaba de reunir a más de 40.000 personas en tres conciertos consecutivos de su gira "Caos" en la capital de España mientras, a la vez, se proyecta este documental, un "experimento", explica a Efe Curro Sánchez, que "no se ha hecho antes".

"La película gira al tiempo que Malú; en las ciudades donde haya concierto, los cines Yelmo proyectarán el documental en las salas de la región donde se produzca", todo un "regalo", en esta ocasión, para los fan que verán "lo bueno, lo bonito, lo feo y lo no tan bonito, porque es la realidad", añade la cantante.

Con trece álbumes a sus espaldas, Malú asegura que no hubiera aceptado hacer la película con otro director que su primo Curro, autor, por otra parte, del documental "Paco de Lucía: la búsqueda" sobre su padre, que fue premiado con el Goya el año pasado.

"Abrir la puerta de mi casa y de mi vida y contar cosas tan íntimas de situaciones que he vivido no se lo hubiera contado a cualquiera"; una confianza, aclara, que tiene que ver con saber que no se iba a alterar la realidad.

"Para qué vas a quitar cuando se me cambia la cara trabajando o me enfado en un show, si eso es la verdad. No he vetado nada, tapar cosas hubiera sido contar una mentira", zanja.

El documental, rodado en Madrid, Barcelona, Andalucía y México, repasa su vida artística desde sus comienzos, en 1998, y la sorpresa que supuso su irrupción en el mundo de la música con "Aprendiz", de su amigo Alejandro Sanz, que la recuerda desde chiquitita, hasta sus giras por España y Latinoamérica, ya convertida en una gran artista.

Hay imágenes inéditas de su archivo personal, vídeos caseros y fotografías familiares.

"Pero no solo es un documental biográfico -aclara Sánchez-, es un año de trabajo de Malú, donde se ve cómo crea el disco desde la nada, de los retos creativos a las neurosis artísticas a las que se va enfrentando; asistir a eso es un regalazo", apunta, como lo es ver al padre del director hablando de su sobrina, "tan delgadita, tan poquita cosa, con esa voz y temperamento", decía el guitarrista.

La cantante desvela con nombres y fechas "el infierno" que vivió con cuando un productor de Miami boicoteó su trabajo y reconoce el error de negarse a hacer promoción de su primer disco en Latinoamérica.

Pero el peor momento de su vida, dice, ocurrió en 2008 cuando tras más de 120 conciertos de las giras Desafío y Gracias tuvo que ser operada de urgencia de la vesícula, una situación crítica, "un palazo en mi vida que ha marcado un antes y un después", señala.

Aún así, de lo único que el documental no da siquiera una pista es de su vida sentimental, que no comenta, a pesar de que las revistas del corazón aseguren su relación con Gonzalo Miró.

No le tienta el cine ni "como para ver qué pasa", y se ríe con ganas, en una mirada cómplice con su primo, al recordar las películas que hace años servían para promocionar a los artistas como Raphael o Marisol.

Le hubiera parecido "feo" engancharse a "la estela" de su familia y siempre le obsesionó tener una carrera en paralelo y desvincularse de ellos "lo máximo posible", pero sobre todo, enfatiza, "por respeto, porque orgullosa de mi sangre me voy a sentir toda mi vida".

A pesar de que hace doce años que se conocen, Iragorri confiesa que se sorprendió al ver la exigencia de Curro Sánchez "a la hora de ser muy preciso; cuando yo le había dado ya mil vueltas a un tema -explica-, Curro le daba una vueltecita más".

A lo que Malú, seria, apostilla: "Muy de la familia eso".