'La vida negociable', la ultima novela de Luis Landero

  • "Mis personajes desean grandes cosas en su juventud y luego se ven como señores cualquiera"

El escritor Luis Landero reflexiona sobre las consecuencias de las decisiones en la novela 'La vida negociable' (Tusquets), un reflejo del desencanto y del lado agridulce de la vida. "Mis personajes desean grandes cosas en su juventud y luego se ven convertidos en señores cualquiera", ha señalado el autor.

El protagonista de esta historia es Hugo, quien narra su adolescencia en un barrio de Madrid, el despertar de la vida, las disputas con sus padres y el descubrimiento del amor desde la peluquería que regenta.

Como en todas sus novelas, el tono de esta cinta también es tragicómico: "Si uno quiere describir la vida y hacerlo con cierto sentido del humor sale lo que en la vida hay de bueno y de malo, de feo y de bonito, está llena de cosas hermosas y horribles".

Los protagonistas de sus historias siempre "urden grandes planes --van a hacer grandes viajes, su amor va a ser puro y eterno--", pero observan que existe un "desnivel entre su capacidad de soñar y su capacidad de realizar".

Sin embargo, Landero considera que "el desencanto y la melancolía que le viene muy bien a la vida, lo que no significa que sea algo depresivo". "La vida es agridulce: por un lado es magnífica y por otro es efímera", ha dicho.

En este sentido, preguntado por la capacidad para asumir el tono agridulce de la vida, Landero cree que las personas se han convertido en "señoritos" durante los años del bienestar, y critica también la costumbre de "esconder las cosas malas de la vida".

"No se habla de la muerte, apartamos el envejecimiento, queremos ser siempre jóvenes y esbeltos, vivimos muy engañados, porque la sociedad de consumo, con sus anuncios donde todos aparecen guapos y nadie es mayor, ha creado un mundo de apariencias, juvenil y burbujeante, como 'La La Land', donde lo normal es cantar y bailar", ha dicho.

"PICARO Y CANALLA"

Landero ha asegurado que aunque nunca quiso escribir una novela picaresca, reconoce que es normal que inevitable relacionarla porque al fin y al cabo es un joven "pícaro y canalla" que cuenta sus andanzas cuando es mayor.

Este personaje tiene "buenos maestros" para ser malo, entre ellos, sus padres. Según cuenta, su madre probablemente es infiel a su marido y él es un estafador. "Uno es hijo de sus obras pero también del ambiente en el que crece", apunta.

"El mal a veces se contagia entre unos y otros y crea estos panoramas sombríos", recalca Landero, quien retrata en esta novela a alguien que quiere ser honesto y que, sin embargo, "no puede quedar impune al querer castigar a sus padres", porque "también se convierte en un canalla".

A su juicio, el panorama actual es también "sombrío" porque lo que define a esta época es "el miedo a perder el bienestar", y en esa situación "la gente se echa en los brazos de quien sea, y por eso surgen los Putin y los Trump".

"Los populismos crecen, vienen a ser salvadores de la gente miedosa a la que ofrecen protección", ha señalado Landero, quien no obstante confía en que Trump traiga "algo bueno" y haga "reaccionar a los países que hasta ahora han actuado con cobardía". "No se atreven a enfrentarse a él, están callados y atemorizados", concluye.