CulturArts Teatro y Danza presenta este miércoles en Madrid su producción Casa de Muñecas'de Hernik Ibsen, con versión y adaptación de Jerónimo Cornelles y Ximo Flores, y dirección de éste
último, que estará en la Sala Verde de los Teatros del Canal hasta el 7 de diciembre.
Rebeca Valls, Jerónimo Cornelles, Teresa Crespo, Manolo Puchades, Miquel Mars y María Minaya dan vida a los personajes de esta producción de CulturArts Teatre i Dansa, Casa de muñecas, que se presenta en una versión contemporánea realizada por Jéronimo Cornelles y Ximo Flores, quienes actualizan el famoso texto original de Ibsen, informa la Conselleria de Cultura en un comunicado.
La obra se estrenó el 18 de octubre de 2013 en el Teatro Rialto de Valencia y volverá a verse en este escenario del 11 al 14 de diciembre de este año. Casa de muñecas cuenta la historia de Nora Helmer, mujer felizmente casada que verá como su mundo idílico puede venirse abajo si ella no adopta medidas para hacerse dueña de su propia existencia más allá del rol encorsetado que le asigna la sociedad.
Escrita en 1879 y estrenada en 1880, la pieza constituye un reclamo por la libertad femenina, aunque el clamor por ésta, es sólo una excusa para reclamar la libertad de todo individuo a tomar su vida en manos propias. Ibsen nos habla en esta obra de la necesidad de tomar conciencia y de actuar. Nora, su protagonista, lo hace, en uno de los finales más hermosos jamás escritos en una pieza teatral.
La corrupción, la alienación económica, la descomposición de las estructuras de organización tradicional como la familia, lo absurdo de la justicia y las diferencias de clase, dan consistencia y rigor a la obra del escritor noruego.
"GRAN LECCION"
Para el director Ximo Flores "la gran lección del escritor noruego consiste en demostrar que antes de ganar la libertad ante los otros es necesario que la ganemos en nuestro interior, ya que el mayor obstáculo para la autorrealización somos nosotros mismos, nuestros miedos, nuestras fobias al rechazo ajeno y a las críticas de los otros".
Y añade: "La ruptura de Nora con su entorno familiar no supone un ataque frontal al matrimonio, la maternidad o la vida doméstica. Es una denuncia contra esas esferas cuando se convierten en fines en si mismos; fines únicos que llegan a exigir el sacrificio de la vida de una persona".
