Concha Velasco estrenará 'Olivia y Eugenio' el 6 de noviembre en el Teatro Bellas Artes

Concha Velasco recibe en Mérida el reconocimiento del mundo del teatro
Visiblemente emocionada en su reaparición pública |Archivo

Concha Velasco estrena la obra 'Olivia y Eugenio', escrita por Herbert Morote y dirigida por José Carlos Plaza, el 6 de noviembre en el Teatro Bellas Artes. La obra, en la que Concha Velasco comparte cartel con los actores Hugo Aritmendiz y Rodrigo Raimondi, ambos con síndrome de down, ha informado la organización en un comunicado.

La actriz ha reconocido que ha estado "muy grave", aunque ahora se siente "feliz" por interpretar esta pieza teatral, estrenada en Zaragoza el pasado mes de septiembre.

La actriz ha presentado esta obra de teatro este martes en Madrid en un encuentro con los medios, al que ha acudido visiblemente más delgada: 12 kilos menos y "cuatro centímetros" menos que la artista no sabe dónde están. "Soy muy bajita ahora", ha dicho.

En esta obra, Concha Velasco interpreta a una mujer que sufre una enfermedad y que se enfrenta a su hijo, con quien mantiene una conversación en la que cuestionan los valores en plena época de crisis. El primogénito de la protagonista tiene síndrome de down y, según ha indicado el autor del texto, se trata de la primera vez que un actor con este trastorno genético sube a las tablas.

Preguntada por sus limitaciones actualmente, ha señalado que tiene que trabajar "menos" porque tiene que "comer menos" y cuidarse más. "No puedo tomar ni champán ni vino blanco, solo pechuga de pavo y jamón de york", ha dicho la artista, quien ha admitido que ha estado "muy grave".

Concha Velasco ha reconocido que le ha costado "trabajo" identificarse con este personaje y que, de hecho, tanto la directora Josefina Molina como Plaza tuvieron que convencerla para que lo hiciera. "Nunca pensé que iba a tener un paralelismo con personaje, pero durante mi enfermedad vi muchas cosas que me unían a él", ha señalado.

La actriz ha manifestado que todos los papeles que ha interpretado a lo largo de su vida le han permitido decir aquello que como persona no se atreve. "Soy una muchachita de Valladolid que siempre he querido ser artista, que como persona soy normalita, y estas obras me permiten decir cosas que sola no puedo", ha confesado.

"HAY QUE SABER SUSPENDER"

Concha Velasco, galardonada en 2013 con el Goya de Honor, ha destacado que aunque actuar le hace sentir bien, quiere morir en su casa y no sobre las tablas. "No quiero dar la lata, hay que saber suspender también. La frase que afirma que el espectáculo debe continuar no es así, el espectador no debe recibir del escenario más que buenas cosas", opina.

"¿Por qué no voy a ser coqueta?", ha respondido la actriz a los periodistas. "No busco en la vida más que cumplir con mi trabajo y con las personas que confían en mí", ha manifestado la artista, quien cita a San Agustín para explicar el momento en el que está: "Si me considero no valgo nada, pero si me comparo valgo mucho".

Preguntada por su apoyo al anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Concha Velasco ha señalado que en este momento ha de "dar paso" a que opine "gente más joven". "No me arrepiento de nada, pero no quiero opinar de nada", ha declarado, aunque sí ha indicado que "no todos son corruptos, ni todos lo han hecho mal". "Los políticos son necesarios, solo hace falta que lo hagan bien. Hace falta un soplo de aire fresco, que creo que está ahí. Con eso lo digo todo", ha añadido.

En cuanto al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, la actriz cree que "cada vez va a atacar menos" porque ha visto que no tiene el "cariño" de los actores y "eso le debe doler profundamente", según ha señalado. "Además, está visto que haga lo que haga la gente sigue yendo al teatro", ha añadido.

Por su parte, el director de 'Olivia y Eugenio' ha explicado que esta es una historia en la que se observa como la "bondad" y las "ganas de vivir" se apodera de las personas como si fuera "un veneno bueno que transforma lo triste en lo alegre". "Es un cuento de esperanza y de amor basado en seres que representan lo que el país necesita por encima de todo: como la bondad puede transformar cualquier decisión, por dura que sea. "Somos mejores personas después de haber trabajado con ellos", ha señalado en referencia a los actores.