Brasil prosigue su maratón festivo y Río prepara sus desfiles de carnaval

  • Se espera que acudan al sambódromo 72.500 personas

Brasil entero sigue inmerso en su maratón festivo por el carnaval y aguarda hoy el inicio de los desfiles de las escuelas de samba de Río de Janeiro, el espectáculo cumbre de esta semana de diversión.

Las escuelas de samba tienen previsto iniciar sus desfiles a las 21.00 hora local (23.00 GMT) y, como cada año, terminarán después del amanecer del lunes.

Esta noche van a desfilar siete escuelas (Renascer de Jacarepaguá, Portela, Imperatriz, Mocidade, Porto da Pedra, Beija-Flor y Vila Isabel), cada una de ellas con una decena de carrozas y entre 4.000 y 6.000 integrantes, incluidos músicos, bailarinas semidesnudas y personas disfrazadas con un tema común.

Se espera que hoy acudan al sambódromo 72.500 personas, gracias a la ampliación del aforo realizada este año, con unas obras que se concluyeron a contrarreloj esta misma semana.

Los precios de las entradas, que se agotaron rápidamente, oscilan entre los 190 y los 550 reales (de 110 a 320 dólares), pero los lugares más disputados y más caros son los palcos alquilados por grandes empresas, que organizan lujosas fiestas a las que asisten celebridades, políticos, personajes de la farándula y futbolistas.

Quien no quiso o no pudo pagar el precio de una entrada para el sambódromo, hoy pudo ver las espectaculares carrozas de cartón piedra y poliestireno en la céntrica avenida Presidente Vargas, donde estaban dispuestas en fila antes del desfile, ante la mirada de cientos de curiosos.

Algunas de las carrozas estaban cubiertas con plásticos negros para no desvelar antes de tiempo alguna sorpresa preparada por los "carnavalescos", los directores artísticos de las escuelas.

Varios carpinteros y artesanos trabajaban en los retoques de última hora para corregir alguna imperfección en las carrozas, con el objetivo de que luzcan con todo el esplendor que ha dado fama internacional al carnaval de Río.

Lejos del glamour de las escuelas de samba, la mayoría de los brasileños se decantó hoy por participar en alguna de las 93 fiestas gratuitas organizadas a lo largo y ancho de Río de Janeiro.

Algunas de esas fiestas son pequeñas, amenizadas por pequeñas bandas de barrio y con unas decenas de participantes, mientras que otras congregan a cientos de miles de personas con comparsas tradicionales o grupos famosos.

El grupo Bangalafumenga protagonizó hoy una de las fiestas más concurridas y animadas, con cerca de 200.000 personas, según los cálculos de la Policía, en el parque Aterro do Flamengo, una zona verde que se extiende frente a la bahía de Guanabara, con el paisaje del cerro del Pan de Azúcar al fondo.

Las fiestas callejeras se extendieron, como es tradicional, a otras ciudades como Salvador, capital de Bahía, Recife y la vecina ciudad de Olinda, ambas en Pernambuco, o la pequeña localidad de Ouro Preto, un pueblecito histórico de arquitectura barroca enclavado en las montañas de Minas Gerais, cuyo carnaval es uno de los más populares de Brasil.

Sao Paulo, la mayor ciudad del país, vivió hoy la segunda y última jornada de los desfiles de sus escuelas de samba, que terminaron al alba, siguiendo la tradición de los de Río de Janeiro.

Una de las escuelas, Gaviões da Fiel, dedicó su desfile a la vida y la trayectoria política del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien pretendía participar en la fiesta, pero no pudo hacerlo porque está en tratamiento contra el cáncer de laringe.

Lula estuvo presente en decenas de imágenes y disfraces de los integrantes de ese grupo e, incluso, grabó un vídeo que fue exhibido durante la fiesta para agradecer el homenaje.

Sí participaron cantantes famosos como Caetano Veloso y Gilberto Gil en el desfile de la escuela Aguia de Ouro, que estuvo dedicado a la Tropicalia, el movimiento cultural que surgió en Brasil en los años 60.