'Brokeback Mountain' llega esta semana al Teatro Real

  • "No es solo la pasión entre dos hombres, sino una historia de amor que dura 25 años"

El amor prohibido entre dos vaqueros de Brokeback Mountain salta a la ópera gracias al Real, que la estrena esta semana con partitura de Charles Wuorinen. El resultado es más "oscuro", "denso" y "peligroso" que el del "sentimental" filme, ha asegurado su compositor.

Pero "luego" habló con la autora del relato, Annie Proulx, muy crítica con la forma en la que la película había dulcificado una historia de amor homosexual en un contexto rural opresivo, y coincidieron en que lo que contaba era "universal".

"No es solo la pasión entre dos hombres, sino una historia de amor que dura 25 años y en la que uno resulta ser un homófobo que, muy al final, comprenderá que lo sucedido no solo fue sexo sino un gran amor", ha recalcado.

Además, detalla, desde el principio le pareció que guardaba muchas similitudes con Tristán e Isolda, de Wagner, y que, por tanto, sería bueno ofrecerlas, como así será, salteadas, para que el espectador "pudiera ver un día una y otro día otra y comparar".

Propuso a Wuorinen (1937), autor de más de 270 composiciones, que escribiera la música, porque pertenece al grupo de compositores más cercanos a la tradición europea.

Es "un gran adepto de la dodecafonía", en la línea de Shönberg o Berg, autor de música sinfónica y de cámara y de obras como Haroun and the Sea of Stories, basada en una novela de Salman Rushdie.

"Será un estreno difícil, pero tengo una gran ilusión", confiesa Mortier, que no ha querido desvelar prácticamente nada de la dirección escénica, encargada al belga Ivo van Hove, debutante en el Real. Solo ha contado que se ha grabado expresamente para el primer acto un vídeo en las montañas de Wyoming que refleja lo hermoso de la naturaleza, pero, sobre todo, su furia y "peligrosidad": "No es un documental ni una película de Hollywood", advierte.

La partitura está "construida" desde del año pasado. De hecho, Mortier y Wuorinen han posado para la foto con ella, pero ahora falta la grabación de la partitura escénica y varias sesiones en las que el director, Titus Engel, trabajará codo a codo con el compositor.