Alejandro Magno en Madrid

  • El Centro de Exposiciones del Canal inaugura el viernes una muestra sobre el conquistador del imperio persa
  • 350 piezas que incluyen el famoso mosaico de la batalla de Iso, en la que Alejandro se enfrentó a Darío

Más de 330 piezas de 40 museos forman la exposición "Alejandro Magno. Encuentro con Oriente" que durante los próximos cinco meses ofrecerá en la Sala de Arte del Canal de Isabel II una visión de este mito histórico, mitad leyenda mitad realidad, que llevó la cultura griega a los lugares más recónditos de oriente.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha inaugurado hoy esta muestra que se abrirá al público el próximo viernes 3 y podrá visitarse hasta el 3 de mayo de 2011 en la Sala de arte de los Depósitos del Canal de Isabel II, en la madrileña Plaza de Castilla.

Comisariada por el profesor y asesor científico Martín Almagro, "Alejandro Magno. Encuentro con Oriente" recorre en diez salas distintas la historia de un hombre que en sólo 12 años de reinado (murió a los 32 años) recorrió 23.000 kilómetros a través de Europa y Asia llevando la cultura helénica a los lugares más recónditos de oriente, a los que incluso hoy en día es difícil acceder.

La muestra reúne objetos -algunos de ellos inéditos en España- traídos de museos alemanes, ingleses, griegos o italianos e incluso de los fondos de algunos países que ahora tienen una situación política complicada, como Afganistán o Tayikistán, pero que conservan la impronta cultural del héroe griego.

La Comunidad de Madrid, organizadora de la exposición a través del Canal de Isabel II, ha montado un pequeño auditorio a la entrada de la sala de arte donde se proyecta la película en tres dimensiones "Alejandría, el sueño de Alejandro", creada expresamente para esta muestra por la empresa de efectos especiales "El Ranchito", ganadora de 7 premios Goya.

Gracias a esta cinta, que se visualiza con una gafas de 3D, el espectador puede "visitar" la mítica Alejandría y obtener un panorama de la ciudad egipcia tan real que casi permite "pasear" por el faro, recorrer las vías principales, conocer como fue la Biblioteca o introducirse en las cisternas subterráneas que abastecían a la ciudad con el agua del río Nilo.