Bob Dylan cumple 70 años convertido en un auténtico mito de la música popular contemporánea. El artista nacido en Minnesota expresa con sus cinco décadas de carrera una eficaz capacidad para transformarse y, al mismo tiempo, mostrarse como un autor de una pieza. Empezó como un seguidor del folk más tradicional que enarbolaba Woody Guthrie a principios de los sesenta para derivar en un cantautor protesta y, desde ahí, grabar álbumes de diversos estilos: electrificado, acústico, de corte religioso, pop... incluso uno de villancicos.
Pero lo que marca verdaderamente la imagen de Dylan es su especial habilidad para escapar de los focos y esconder su vida a ojos ajenos. Se han escrito innumerables libros, artículos y ensayos dedicados a indagar en la hermética personalidad del músico, con más o menos fortuna. Bob Dylan sigue siendo un enigma, un venerado enigma cuya influencia en la música contemporánea es incomparable.
ël prosigue con lo que sabe, en su gira interminabel que este verano le traerá a Barcelona y Vitoria. Unos cien conciertos anuales con los que Robert Allen Zimmerman -su verdadero nombre- trata de reinventarse una vez más.
