La banda juvenil One Direction ha celebrado esta noche en el Palacio de Vistalegre de Madrid el último concierto en España de su gira "Take me home tour" con una actuación repleta de clichés culturales y plana, pero que ha contentado a sus seguidores de la capital.
Ha sido un espectáculo lineal y sin grandes pretensiones en el que One Direction ha demostrado saber ganarse al público. Guiños a la cultura española, al Real Madrid, un poco de flamenco y un par de palabras bien aprendidas en español han puesto la guinda a un concierto pasteloso, pero suficiente para un público entregado.
Sumida en un batido de decibelios y gritos histéricos, la banda británico-irlandesa ha deleitado al público madrileño con un concierto de dos horas de duración en el que han tocado más de 20 temas, entre los que han destacado versiones de grandes artistas como "One way or another" de Blondie, un homenaje a capella a Aerosmith con la interpretación de "I don't wanna miss a thing" y los solos de guitarra de Niall Horan, componente del grupo.
Sin grandes vestuarios ni escenografías, tan solo cantando los cinco componentes del grupo, cubriéndose unos a otros. Así ha aparecido One Direction en Vistalegre. "Madrid, ¿estás preparado?", han dicho los artistas mientras entonaban "Up all night", como tema de bienvenida.
"Estamos muy emocionados. Vosotros habéis hecho posible esto", ha dicho Louis Tomlinson. "Hola, Madrid. ¿Qué pasa?", ha gritado Niall Horan y ha continuado vitoreando al público para presentar su siguiente tema "More than this".
Sobre un escenario, que en ocasiones parecía demasiado grande para estos cinco jóvenes artistas, los componentes del grupo han conseguido ganarse el afecto de sus seguidoras al avanzar por una pasarela y recoger todo tipo de objetos lanzados con cariño.
Ositos de peluche, banderas, camisetas o delantales. Todo vale si se consigue llamar la atención de Harry, Niall, Liam, Louis o Zayn, que se han mostrado en todo momento muy agradecidos con el público español.
"Nos encanta España. El tiempo cálido y las chicas cariñosas" ha dicho Liam.
Los juegos con plataformas, humo, luces, fuego y confeti han aportado detalles escénicos que han suplido la actuación sobria de unos jóvenes a los que parecía habérseles acabado el gas.
Solo Niall ha demostrado su genio de artista. Cariñoso con el público, ha bailado, cantado y tocado la guitarra. En su juego de vestuario ha llegado a colocarse una camiseta del Real Madrid y ha aparecido en más de una ocasión con gafas de sol de colores.
Entre los "olés" y los gritos de "¡viva España!", la boy band más célebre del momento, se ha decantado por las baladas. Primero sentados en la plataforma, después sobre las escaleras para terminar agrupados en la pasarela, más cercanos a las "directioners".
"Heart attack"; "Loved you first"; "Summer love" ; "Little Things", canción favorita de Zayn, o "Last first kiss" han sido algunos de los temas del repertorio de esta noche.
No ha faltado la polémica cuando más de una veintena de jóvenes se han quedado a las puertas del concierto por la venta fraudulenta de entradas adquiridas en portales de Internet.
Dentro del palacio, con el aforo completo, las menores que han acudido en gran mayoría acompañadas de sus padres han disfrutado de un espectáculo hecho a su medida. No han dejado de bailar, han llorado junto a sus cantantes con "Moments" y les han dado las gracias con pancartas, convirtiéndose en uno de los momentos más emotivos de la actuación.
Como punto final, One Direction ha cantado "Live while we're young" y "What makes you beautiful" sumidos en una marea de confeti y globos de colores. Un espectáculo muy juvenil para un público emocionado que se despide de la banda a la espera de una próxima gira.
El grupo dirige sus pasos hacia Lisboa (Portugal) para actuar el 26 de mayo y emprender posteriormente viaje hacia el continente americano en el que continuará con la gira de presentación de su último disco "Take me home".
