La crisis empuja a las compañías teatrales a la "publicidad de guerrilla"

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Falsos vídeos donde personas a punto de morir graban su epitafio y lo cuelgan en la red, concursos de fotografías tomadas en lavabos de bares y actuaciones por sorpresa en plena calle son nuevas formas de promoción, conocida como "publicidad de guerrilla", del teatro para atraer al público.

"Hay que sorprender con algo rompedor, que a la vez sea barato", señala a Efe la responsable de la empresa Momo Comunicación, Gemma Guillén, que cree que la crisis obliga a reinventar el viejo lema de "bueno, bonito y barato" y aplicarlo a las nuevas tecnologías.

Aplicando esta máxima, y con muchas ganas de sorprender, el director teatral Martí Torres ha grabado una serie de vídeo-epitafios y los ha difundido en la red.

"¿Qué recordarán de mi?, ¿quien se acordará de mi?", dice con desesperación en uno de estos vídeo-epitafios un mujer que parece estar a punto de suicidarse.

"No intentamos engañar a nadie, después de cada vídeo-epitafio sale el nombre de la obra de teatro que estamos promocionando y, además, muchos están protagonizados por actores conocidos, por lo que está claro que es una representación", precisa Torres.

La única intención de los vídeo-epitafios es llamar la atención de los internautas y animarlos a acudir a la Sala Muntaner, donde se programa este mes "Prime Time", una obra que ahonda en el espinoso tema de la muerte.

Torres ha grabado sus propios vídeo-epitafios y los ha distribuido a través de las redes sociales, pero otras compañías optan por utilizar los servicios de empresas de comunicación especializadas en crear campañas baratas y alternativas, que utilizan internet como principal soporte.

Éste es el caso de Momo Comunicación, que ha diseñado la campaña de la obra "Hurlyburly", una adaptación de la obra de David Rabe que fue llevada al cine por Anthony Drazan y que narra la historia de un grupo de personajes que pasan del éxito profesional al infierno personal, pasando por las drogas, los excesos y la alienación.

Internet ha tenido un papel protagonista en el montaje de esta obra desde el primer momento, ya que la joven compañía teatral Waltzing Teatre ha conseguido pagar los derechos de autor a través de micromecenazgo a través de la red.

La campaña de promoción también ha estado muy ligada a internet, donde Momo Comunicación ha colgado el cartel de la obra, que muestra cómo un personaje esnifa la rama de una planta, en alusión a las muchas adicciones que arrastran los protagonistas.

La primera acción promocional ha sido colocar ramas en los lavabos de los bares del Raval de Barcelona y animar a los usuarios a fotografiarse con la rama en la nariz y enviarla a la página web de la representación, para conseguir entradas más baratas.

"De esta manera hemos creado un movimiento en la página web y hemos atraído gente que tiene el perfil que buscamos, ya que se trata de una obra joven y gamberra", asegura Gemma Guillem.

Otra de las acciones promocionales ha sido sacar a los actores a la calle y representar por sorpresa una de las escenas de la obra frente a la cola del cine, "un lugar donde también hay mucho público potencial de este libreto tan cinematográfico", añade Guillem.

La compañía "The Warry Men" también ha utilizado esta técnica en varias ocasiones, como cuando se subieron al metro elegantemente vestidos y, tras cantar una canción, repartieron monedas entre los presentes para alegrarles la vida.

Después colgaron el vídeo en "youtube" y consiguieron que miles de personas vieran la grabación, en la que se indicaba que la compañía acababa de estrenar "The Warry Men Show".