Los artistas polacos contemporáneos se dan a conocer en la Fundación Banco Santander

  • Hasta el 15 de junio en la Ciudad Financiera de la Fundación Santander en Boadilla del Monte

Los artistas polacos, muy desconocidos para el público español, se dan a conocer en España con la colección de arte contemporánea más importante de su país, propiedad de la empresaria y coleccionista Grazyna Kulczyk, quien ha asegurado que la suya es una colección "en constante proceso de cambio".

Everybody is Nobody for Somebody es el significativo título de la muestra, que se expone desde hoy y hasta el próximo 15 de junio en la sala de arte de la Ciudad Financiera que la Fundación Santander tiene en Boadilla del Monte (Madrid), en el que se hace alusión al hecho de que "todos somos desconocidos para alguien", según ha señalado en su presentación Borja Baselga, director de la Fundación Banco Santander.

En ella, un centenar de obras de 57 artistas polacos, entre ellos Abakanowicz, Opalka, Balka, Kulik, Szapoczikov, Fangor o Libera dialoga con importantes artistas internacionales como Kiefer, Eliasson, Judd, Holzer, Sam Francis o Tàpies, con dos obras que se exponen por primera vez en España.

Borja Baselga ha resaltado que los creadores polacos trabajaron de forma muy activa hasta el final de la URSS casi en total anonimato, aunque actualmente son reconocidos internacionalmente como grandes maestros del arte contemporáneo.

La exposición se divide en tres grandes apartados, uno femenino, con la mujer como fuerza catalizadora de la creación; otro relacionado con el arte conceptual, minimalista, el Op art o el arte abstracto; y una última relativa a la memoria colectiva y el paso de la historia, "muy presente en el arte polaco", según ha explicado el comisario de la muestra, Timothy Persons.

Según su propietaria, la coleccionista Grazyna Kulczyk, a pesar del aislamiento cultural sufrido en Polonia durante el periodo comunista, el arte polaco se mantuvo próximo a los principales movimientos y avances artísticos internacionales.

Con la selección de las obras, el comisario ha querido resaltar "la singularidad y profundidad" de la colección de Grazyna, una de las más importantes pioneras culturales del Este de Europa, y hacer hincapié en la universidad del lenguaje artístico a pesar de las diferentes perspectivas.

VARIEDAD

El primer escenario de la exposición se abre con una serie de autorretratos de Roman Opalka, uno de los artistas conceptuales más importantes de Europa que materializa, a través de su propia imagen, el paso del tiempo.

Le siguen un grupo de mujeres artistas como Magdalenza Abakanowicz, Alina Szapocznikov, Katarzyna Kozyra, Jenny Holzer o Valie Export, cuya obra se caracteriza por una acusada independencia creativa e intelectual.

En sus obras, las artistas polacas cuestionan los roles de género, como "La casa de baños para mujeres", tomada con cámara oculta por Katarzyna Kozyra, en cuyos vídeos su creadora intenta romper los cánones patriarcales que representan la belleza femenina con señoras de avanzada edad y de constitución gruesa.

Sofía Kulik critica, con una fotografía sobre la dominación soviética, el orden político establecido, mientras que otras obras de arte abstracto, como las de Agnes Martin o Joan Mitchel, completan este escenario dedicado a las mujeres artistas.

Roman Opalka introduce el segundo escenario con un espacio más frío y racional que conduce a un recorrido a través de obras de artistas minimalistas y conceptuales como los estadounidenses Donald Judd y Sol Lewitt y los polacos Jan Berdyszak y Stanislaw Drózdz.

Se avanza a través de obras de arte cinético, como la instalación de Sebastián Hempel, y piezas de algunos de los máximos exponentes de Op art como Víctor Vasarely o Carlos Cruz-Diez.

Entre los artistas científicos destacan Buckminster Fuller o Loris Gréaud, aunque también se podrán contemplar pinturas abstractas de artistas internacionales como Sam Francis, los polacos Wojciech Fangor y Tadeusz Kantor o Antoni Tàpies.

El apartado dedicado a la memoria colectiva y la historia se llena con obras de artistas como Anselm Kiefer, Jenny Holzer o Miroslaw Balka. Grazyna Kulczyk empezó su colección cuando era aún estudiante de Derecho y su dedicación al arte ha crecido en paralelo a su actividad como empresaria, según ha señalado ella misma.

"La inauguración de esta muestra coincide con el 25 aniversario de la independencia de Polonia", ha resaltado la coleccionista, quien ha querido que esta sea su "humilde aportación" a ese aniversario "tan importante para todos los polacos".

Kulczyk se ha definido a si misma como "mitad coleccionista, mitad empresaria", ha destacado su "inmenso amor por el arte", y ha recordado que su colección "no es homogénea; está compuesta de múltiples elementos" y está, como ella, "en constante proceso de cambio".

La coleccionista polaca ha señalado que no tiene previsto comprar en la próxima edición de ARCO, y a la pregunta de si está interesada por otros modelos de negocio en España ha sentenciado: "no lo sé, espero propuestas".