Sidonie y Franz Ferdinand prenden fuego (metafórico) al Low Festival

Los integrantes de la banda catalana "Sidonie", durante el concierto de la segunda jornada del Low Festival
Low Festival |EFE/Morell

En paralelo a la aciaga suspensión del Tomorrowland barcelonés por un fuego desbocado en su escenario, Low Festival ha vivido hoy una jornada ardiente también, pero solo en lo metafórico, gracias a "El incendio" de Sidonie y a otros éxitos como "This fire" de Franz Ferdinand, los cuales han desembocado en una gran fiesta musical.

Con otro llenazo consecutivo de 25.000 personas, según la organización, el de hoy sábado ha sido un programa contundente, tanto por sus apuestas nacionales, véase la rara conjunción de The New Raemon & McEnroe cuando aún apretaba el sol de la tarde, como por unos valores internacionales seguros.

A este grupo pertenecen los estadounidenses Nada Surf, con su fusión de rock con "jangle pop" y el español Daniel Lorca entre sus filas.

Con estos mimbres han ofrecido un "show" cargado de energía positiva al que por falta de tiempo han tenido que sustraer un tema, a elección del público. Este ha hablado y así han sonado la imprescindible y noventera "Popular" y "Always love".

Mérito tiene lo del murciano Paco Neuman, quien al frente del proyecto musical al que da nombre se ha montado con solo dos músicos un concierto sin carencias de sonido, preciosista incluso, a puntito como está de publicar "Crashpad", su primer disco de estudio desde el galardonadísimo "If" (2014).

Aunque para sentir esa verdadera efervescencia festivalera que surge del máximo común denominador de público y repertorio ha habido que esperar a que cayera la noche y saltaran a escena Sidonie, que ha concitado pasadas las 22 horas al grueso de los asistentes con "Os queremos".

La banda catalana ha ofrecido un repertorio muy variado, con una escenografía con tres paneles de luces a pie de pista sencilla pero efectista e ideas para sacar más provecho a las pantallas laterales, como cuando uno de los músicos ha pasado gigantescas hojas de cuaderno con garabatos y la letra de "No sé dibujar un perro", convirtiendo la canción en un improvisado karaoke.

Tres músicos al teclado, percusión y guitarra han reforzado en directo al trío formado por Marc Ros, Jesús Senra y Axel Pi para adornar con arreglos oportunos y estratégicos un sonido prácticamente impoluto.

"¡Somos el peor grupo del mundo!", ha gritado Ros, recordando lo que dijeron de ellos la crítica tras uno de sus primeros conciertos, frase que ha dado pie a su último disco de estudio, del mismo nombre, en que el abren sus melodías al contagio superlativo y que homenajea sin prejuicios la historia de la música popular, de Beatles a Queen y de ahí a Lori Meyers.

De sus colegas granadinos se han atrevido incluso a apuntar su tema "Luces de neón" en un espectáculo que, como el álbum, se ha convertido en una celebración predominantemente pop, sin rigideces, en la que no han faltado temas como el sencillo "Carreteras infinitas" (con mención expresa a Supersubmarina, León Benavente, Fangoria y hasta Vainica Doble) y otros más roqueros y psicodélicos como "El bosque".

El remate, con "El incendio", "Estáis aquí" y una lluvia de confeti, ha estado a la altura de una apoteosis fiestera que podría haber seguido con el público cantando a capella "En tu fiesta me colé" de no ser porque la organización ha bajado el audio del famoso tema de Mecano a mitad de recorrido.

Tras ellos Low Festival ha apostado fuertemente por la banda emergente Viva Suecia, que con solo dos discos ha podido desplegar su rock de amplitud cósmica (y una voz que recuerda mucho por momentos a la de Mikel Izal) a la mejor hora del evento, entre los dos platos fuertes del día.

Con Franz Ferdinand, los más guapos del cartel, les ha tocado rivalizar directamente a las "riot grrrl" españolas Las Odio desde el escenario para artistas prometedores, un acicate en realidad para este cuarteto femenino. Pese a la baja de su batería, ausente por motivos laborales, se han hecho oír y mucho en medio de una agenda musical predominantemente masculina y el público les ha respondido con creces.

Con el buen sabor de boca aún en la garganta tras su bolo, Luis Rodríguez, de León Benavente, se ha atrevido incluso a comparar el subidón de esta actuación con la que hace años les catapultó a ellos a otra liga desde el festival Sonorama.

Ajenos a ello ha dado comienzo pasada la madrugada el "show" de Alex Kapranos y compañía, con la conocida ausencia del guitarrista Nick McCarthy, que se ha apartado de forma supuestamente temporal de esta gira y de la grabación del que será su inminente nuevo disco tras la experiencia conjunta con Sparks y de su "Right Thoughts, right words, right actions" (2013).

De este disco ha sonado "Love ilumination", una breve representación en un repertorio que ha apostado sobre seguro para el delirio del público en sus primeros álbumes y éxitos de mayor pegada, con la potencia y la velocidad como tónica general.

"Hacía mucho que no veníamos a España, gracias por hacernos sentir tan bien", ha dicho un Kapranos que lucía media melena y que se ha sorprendido para bien al comprobar que la gran masa de asistentes era sobre todo nacional.

En su primera visita al gran festival de Benidorm, la primera de este año a España antes de recalar en septiembre en el Dcode madrileño, no han escatimado en éxitos como "The dark of the matinee", apertura regular de su actual gira, ni tampoco "Do you want to", "Walk away", "Michael" o "Ulysses", ni mucho menos "Take me out", para romper a los congregados con sus súbitos y célebres cambios de dinámica, entre el rock estiloso y el punk más bailable.

Con "This fire" han quemado todos los cartuchos a su disposición para convertirse en la gran actuación de esta edición del Low, a la espera de lo que hicieran un poco más tarde los suecos más calentitos de la música, The Hives, quienes provistos de sus trajes bicolor tampoco han decepcionado con el consabido final explosivo de "Tick tick boom".