Parecían extintos pero siempre estuvieron ahí, aunque no han gozado de la misma popularidad durante todos estos años. No obstante, los cines de verano han vuelto con fuerza y parece que lo hacen para quedarse. La llegada del verano es para muchos sinónimo de baja calidad cinematográfica. Las carteleras se llenan de películas infantiles y apuestas más cercanas a la comedia que a verdaderas apuestas fílmicas.
Pero los cines de verano recuperan una sana costumbre española, disfrutar de una proyección al aire libre, con palomitas, bebida, un helado o comiendo pipas… tal y como era hace años. La oferta se ha renovado y las posibilidades son muchas, que van desde la posibilidad de ver esos títulos que nos hemos perdido durante el año, o bien disfrutar de grandes películas que vuelven a la gran pantalla… veraniega.
Madrid goza este verano de una muy buena apuesta por los cines de verano durante este verano de 2017. Muchos como Andrea recuerdan aquellas sesiones estivales de cine, hace décadas, muy cerca de donde ahora vuelve para disfrutar de la gran pantalla al aire libre. Aunque está en plena calle, es sorprendente para Esperanza y más porque el cine ha transformado este espacio de la calle Cartagena en un punto de encuentro en vacaciones.
Una aportación voluntaria contribuye a que ésta actividad, promovida desde la Junta del Distrito de Salamanca con la participación del espacio colectivo La Gasolinera se afiance, volviendo a hacer que aquel cine de verano del barrio regrese al imaginario colectivo.
