Perera y Ponce salen a hombros en la primera de la Feria de Palencia

  • A oreja por coleta en la novillada de seis para seis de 'Sanse'

Los diestros Miguel Ángel Perera, que ha cortado tres orejas, y Enrique Ponce, que ha logrado dos, han sido los triunfadores de la primera corrida de la Feria de San Antolín de Palencia y han salido a hombros de la plaza.

Se han lidiado toros de Montalvo, bien presentados, de juego desigual, pero manejables. Faltos de raza los cuatro primeros, destacó el quinto por su movilidad y fondo, lo que le valió la vuelta al ruedo, mientras que el sexto ofreció casta.

La tarde estaba marcada por la expectación ante el reencuentro de Perera con la ganadería de Montalvo y como recuerdo de su actuación el pasado año en el mismo coso y los mismos oponentes, cuando indultó un ejemplar de la ganadería salmantina.

FICHA

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Enrique Ponce, silencio tras tres pinchazos y dos descabellos y dos orejas tras una buena estocada.

Miguel Ángel Perera, oreja tras soberbio volapié y dos orejas tras una contundente estocada.

Cayetano, silencio tras una estocada que hace guardia y tres pinchazos, y silencio tras petición, estocada entera trasera.

Algo más de media entrada en tarde de agradable temperatura.

CONTINÚA EL IDILIO PERERA-MONTALVO EN PALENCIA.

Jugó bien los brazos Ponce en su recibo a la verónica, ganando terreno a cada lance, cadencioso, preciosa la media de broche. Se agarró bien Quinta en el tercio de varas.

Deslucido el de Montalvo, un toro voluminoso, desrazado y de sosa embestida. Ponce protagonizó una faena tan voluntariosa como opaca sobre la diestra, en la media distancia en terrenos de rayas, muleta retrasada. Sin opciones de lucimiento al natural pues por ahí tuvo menor recorrido y se defendía el de Montalvo; se atascó con los aceros.

El cuarto castaño, claudicó al salir del caballo. Templada lidia de De la Viña. Se inventó Ponce una faena a un toro noble pero que salía con la cara a su aire. Jugó el de Chiva a la perfección con las querencias, sin apretarle. Trasteo a media altura, dándole tiempo al toro. Poncinas en el tramo final de una faena de largo metraje, muy jaleadas por un cariñoso público. A toro parado, dejó una gran estocada en la suerte contraria.

Perera lanceó a pies juntos al segundo, un toro veleto que se abría a la salida de cada lance. Lo midió en el peto Ignacio Rodríguez. Vistoso y original el quite a compás abierto por chicuelinas. Se desmonteraron Javier Ambel y Guillermo Barbero. Tras una apertura de faena marca de la casa, con cambiados por la espalda, el toro se vino abajo en un suspiro. Trasteo con altibajos, con un toro noble pero sin fuelle, en el tramo fin recurrió al arrimón. Soberbio espadazo.

Cuajado y voluminoso el quinto, un punto montado, que salió suelto del caballo. Se movió en el último tercio. Lo dejó venir el de Puebla de Prior, le costó cogerle la distancia en el tramo inicial, sin embargo cuando lo consiguió, le corrió bien la mano al natural. Un continuo volver a empezar, aquello no arrancaba. Faena más de continente que de contenido pero que fue de menos a más. Los mejores pasajes llegaron sobre la diestra en el tramo final de una faena Long-Play. Contundente espadazo, algo caído, tras manoletinas que calentaron a la parroquia.

Mucho tiempo en el peto el tercero, picó sin acierto Briceño. Poderoso con los palos Iván García, buena lidia de Joselito Rus. Desconfiado, falto de sitio y asiento Cayetano con un toro noble pero falto de raza. Sainete con la espada.

Se desquitó, a medias, Cayetano con el colorado sexto. Lo recibió con un particular toreo a la verónica. Tuvo sello propio la apertura del trasteo del que cerraba plaza. Fuera de rayas se puso sobre la diestra, le puso fibra al asunto con un toro de buen juego. Conjunto con intermitencias en el que dejó detalles aislados. Metió la mano con habilidad dejando una estocada trasera.

NOVILLADA DE SEIS PARA SEIS DE SANSE

Una oreja cada uno pasearon hoy los seis novilleros que hicieron el paseíllo en el cierre de la feria del Cristo de los Remedios de San Sebastián de los Reyes.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Guadalmena, muy desiguales de caras, hechuras y remates, noblotes, bajitos de raza y dejándose en distinto grado. Destacaron segundo, cuarto y quinto.

Ángel Sánchez, de grana y oro: estocada corta (oreja).

Álvaro García, de verde esmeralda y oro: pinchazo y estocada tendida (oreja).

Emilio Silvera, de verde esmeralda y oro: estocada trasera (oreja).

Alfonso Cadaval, de celeste y oro: pinchazo y estocada trasera (oreja).

Carlos Ochoa, de celeste y oro: dos pinchazos (oreja).

Marcos Pérez, de grana y oro: estocada (oreja).

La plaza registró casi un tercio de entrada en tarde agradable.

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TODOS TAN CONTENTOS

Una novillada de seis para seis puso punto y final a la feria de los Remedios de San Sebastián de los Reyes, un ciclo que, en esta edición, ha dejado mucho que desear por varias razones: Primero, el público, que no ha respondido al reclamo de unos carteles cogidos con alfileres tras las bajas de Morante y Manzanares.

Ni el "efecto" Ortega Cano logró atraer a la gente, que aquella tarde llenó poco más de medio aforo del coso de La Tercera; aunque todavía hubo menos al día siguiente con el cartel de toreros banderilleros.

Sin contar con la de rejones del lunes, suspendida por lluvia, la de hoy volvió a refrendar este continuado fracaso en la taquilla, y eso que para este festejo la empresa levantó mucho más la mano con los precios tan desorbitados de tardes anteriores.

Una pena teniendo en cuenta la tradición taurina en esta localidad madrileña, considerada la "Pamplona chica", sobrenombre que, a tenor del nivel ganadero que se ha exhibido, ha quedado también en entredicho.

La tarde de hoy era de oportunidades para los que empiezan, de ahí que se anunciaran seis de los nombres más destacados del escalafón menor, aspirantes que venían a jugárselo todo a una sola carta, aunque luego la tónica general de la función fuera la monotonía y la poca ilusión que despertaron los seis, aunque cortaran una oreja cada uno.

Ángel Sánchez, natural de la vecina Alcobendas, anduvo correcto sin más ante el desrazado 'becerrote' que abrió plaza, al que extrajo algunos pases estimables por el derecho dentro de un conjunto demasiado ligero y conformista para que lo suele ofrecer este novillero. Anduvo certero con la tizona y cortó una oreja.

El local Álvaro García jugaba en casa, y eso se notó en lo mucho que le arroparon sus paisanos a lo largo de una labor más dispuesta y animosa que lucida en lo artístico ante un novillo que se dejó pese a faltarle un punto de clase, y al que le hizo prácticamente de todo. El pinchazo previo a la estocada no fue óbice para la oreja.

Emilio Silvera sorteó un novillo que no humilló y tendió a puntear los engaños, quedándose también corto. El onubense, todo voluntad, sin embargo, no pudo hacerse con la situación en un trasteo en el que alternó alguna cosita aislada al natural con otras menos limpias y tropezadas. La eficacia con la espada fue clave para la oreja.

Alfonso Cadaval anduvo en esa misma línea ante un novillo que sirvió para la muleta, y con el que el joven sevillano quiso mucho -inició faena de rodillas- aunque sin decir gran cosa a lo largo de un trasteo al que le faltó poso y reposo. Pero tal y como estaba la tarde, cortó una orejita.

A portagayola se fue Carlos Ochoa a recibir a su oponente, novillo manejable al que pegó muletazos largos y muy templados, corriendo la mano con mucho pulso y soltura. Lo único afeó un tanto su quehacer fue su exagerada puesta en escena, la figura tan encorvada al hacer los cites.

Pero hubo buena actitud por parte del madrileño, que solo paseó una oreja por culpa de la espada.

Marcos Pérez cerró función con un novillo que no acabó de pasar en los embroques de un novillo tan dispuesto como discreto en lo artístico, pero que obtuvo, igualmente, un trofeo.