Paolo Virzi propone una terapia tragicómica en la película 'Locas de Alegría'

En el origen de toda narración hay un deseo de curar, de poner orden "a la locura de la vida". Así lo cree el director italiano Paolo Virzi que en "Locas de Alegría" invita al espectador "a despojarse de hipocresías" para desvelar "su verdadera naturaleza", según ha explicado en una entrevista con la agencia Efe.

La película, con más de un millón de espectadores en Italia, ganó la Espiga de Oro en la pasada Seminci, así como el premio de interpretación "ex aequo"º para sus dos actrices, Valeria Bruni y Micaela Ramazzotti, un tándem perfecto interpretando a dos pacientes de un psiquiátrico de caracteres opuestos que se escapan juntas. "La película es cómica y dolorosa al mismo tiempo porque así es la naturaleza humana, y habla de la fragilidad porque es en esos momentos cuando uno se despoja de hipocresías y proyecciones sociales y revela su verdadera naturaleza", señala el director de "El capital humano" (2013).

Beatrice (Valeria Bruni) es una condesa charlatana y millonaria, convencida de encontrarse entre los círculos íntimos de los líderes políticos mundiales, mientras que Donatella (Micaella Ramazzotti), es una joven tatuada, humilde e introvertida, con un pasado complicado.

Entre ellas nace una amistad atípica y genuina que funciona como una invitación "a la tolerancia, a la piedad y a liberar complejos", según Virzi. "Se trata de envolver de ternura algo que la sociedad vería como monstruoso, especialmente en este momento de paranoia y miedo a lo distinto que vivimos", añade.

En una de las escenas clave, que además ilustra el cartel del filme, Bruni -con un pañuelo en la cabeza- y Ramazzotti -despeinada- se dan a la fuga en un descapotable rojo, en lo que parece un guiño a "Thelma & Louise", pero Virzi marca distancias con la película de Ridley Scott. "Fue totalmente casual e inconsciente, confieso que no me gusta nada esa película, es una historia falsamente feminista", apunta el cineasta, que prefiere citar otras referencias como la italiana "La escapada" (1962), "Alguien voló sobre el nido del cuco" (1975) o incluso El Quijote.

La película se rodó en un psiquiátrico real para mujeres de la Toscana y contó con la participación de algunas de sus pacientes. "Había mujeres que venían de ejercer la prostitución o que habían sufrido situaciones de violencia con sus maridos. Pero lo curioso era que entrar ahí transmitía una extraña alegría, que tiene que ver con que una vez que uno se quita la máscara y muestra su debilidad, puede ser más auténtico", subraya Virzi.

La actriz Micaela Ramazzotti, que acompaña a Virzi en la promoción en Madrid, ha destacado que esa oposición entre sus orígenes -humildes- y los de Bruni -aristocráticos- es real y que eso ha ayudado a construir los personajes. "Sus personalidades son opuestas y de ahí nace su fuerza, la fuerza de atreverse a ser libres en un mundo donde se te exige comportarte de una determinada manera", afirma, "aunque en el fondo no está claro qué es lo sano y qué es lo loco".

Todo eso traslada al espectador "una fuerte energía y ganas de enfrentarse a sus miedos", precisa la actriz, a la ves que insiste en que, más allá de las diferencias, Bruni y ella tienen algo en común como intérpretes y es "la falta total de pudor" a la hora de relacionarse con la cámara. "Locas de Alegría" se estrenó en la Quincena de Realizadores del pasado Festival de Cannes y es una de las favoritas para los Premios Donatello del cine italiano, que se entregan el 27 de marzo. A las salas de exhibición españolas llega el próximo viernes.