Al Pacino es "Mr. Manglehorn" en la película más "rara" de David Gordon Green

Serpico, Michael Corleone, Tony Montana o el coronel Frank Slade de "Esencia de mujer" -por la que consiguió su único Óscar-, Al Pacino da vida ahora, a los 75 años, a "Mr. Manglehorn", un tipo "raro" al que nadie entiende y que, según el director de la cinta, David Gordon Green, ha hecho "por amor".

"Nadie hace una película como esta por dinero", explica Gordon Green en una entrevista telefónica desde Nueva York, donde el estadounidense trabaja ahora en el rodaje de un par de series de televisión, a la vez que ultima su próximo largometraje, "una cinta inspirada en Evo Morales que saldrá en octubre", apunta. Cuenta que le envió el guión a Pacino y que le respondió enseguida; "la verdad -dice- no podía creerme que fuera tan fácil que quisiera hacer esta película, con un presupuesto tan bajo, pero sorprendentemente se mostró deseoso de hacerla".

Quizá porque "Mr. Manglehorn" es Pacino en toda su amplitud; un recital del veterano actor a quien da la réplica otra actriz "oscarizada", Holly Hunter ("El piano", 1993), que no necesita mucho texto para enamorar al espectador. "Para mí fue una gran oportunidad trabajar con estos grandes actores, que me encantan y a los que admiro; se lo agradecí mucho porque se trataba de una película basada prácticamente en un personaje (el de Pacino) y sí -reconoce-, es rara, todo el mundo piensa que es rara".

Rara por lo peculiar de su planteamiento, pero también atrevida y bella, sobre todo por los escenarios inusuales que Gordon Green elige para explicar el interior de un hombre "excéntrico y complicado, al que le cuesta encontrar el camino de su corazón, su senda al amor", apunta el realizador, conocido en España por "Superperfumados" (2008) y "Joe" (2013).

"Para mí es una historia que trata de un hombre que pretende amar, una historia sobre qué es el amor y sobre la capacidad de reconocer la belleza que hay en las relaciones", comenta el realizador, que además de director es guionista y productor de sus películas. "Mr. Manglehorn" cuenta la vida de un cerrajero de pueblo con edad para haberse jubilado que vive con el corazón roto por una mujer a la que amó en el pasado y que le tiene bloqueado para establecer relaciones con el resto del mundo.

Hunter es la cajera de su banco, la única persona a la que, metódicamente, visita todos los viernes, y aparentemente también la única capaz de hacerle salir de su enroque.

Aunque acaba de cumplir cuarenta años, Gordon Green dice que "aún no ha madurado" y que sigue haciendo cine porque "lo ama". Este realizador, que puede presumir de "pluriempleado" (afirma no tener tiempo ni para dormir), hace cine "indie" porque "significa tener una mente independiente, autónoma".

"Mis primeras cuatro películas no lograron entre todas ganar un millón de dólares, una cantidad que consiguió 'Superperfumados' solo en su primer fin de semana. Esta circunstancia fue para mí tan inspiradora como deprimente; por un lado supe que podía hacer un 'hit', pero por otro, pensé, 'qué pasa con esos otros filmes en los que puse mi corazón y nadie fue a ver'", reflexiona.

Y concluye que, aunque es muy difícil encontrar financiación, "las películas grandes y las pequeñas se hacen con la misma mentalidad".

Afirma que no conoce el cine español, pero su risa se escucha al otro lado del teléfono cuando sabe que su presupuesto de cuatro millones de dólares, que él considera mínimo, no lo es tanto para la industria española.