Oscar 2013: ¿La venganza de Ben Affleck?

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Aunque hay Oscar, como el de Daniel Day-Lewis o el de Anne Hathaway, que parecen tener dueño desde hace meses, la de este domingo se antoja como una de las ceremonias más emocionantes de los últimos años. Los dos premios gordos, el de mejor película y el de mejor director, son todavía una incógnita. Uno por los precedentes inmediatos y el otro por una sonada y polémica ausencia.

Con las cifras en la mano, sus doce nominaciones colocan al Lincoln de Steven Spielberg la etiqueta de gran favorita. Pero si vamos más allá de la tiranía de las candidaturas y echamos la vista atrás, comprobaremos cómo el decimosexto presidente de los Estados Unidos no lo tendrá nada fácil.

Visto lo visto durante la temporada de premios que culmina este 24 de febrero, la mejor noticia para los intereses de Spielberg llegó el pasado 10 de enero, cuando la Academia dejó a Ben Affleck fuera de los nominados al premio al mejor director. Desde entonces, 'Argo' y Affleck se han impuesto al antaño Rey Midas de Hollywood y su Lincoln en los Globos de Oro, los premios del sindicato de actores, de directores, productores y guionistas.

Cada uno de estos reconocimientos minimizaba las opciones del resto de candidatas a mejor película, Lincoln incluida, y suponía, además, una bofetada en la mejilla de los académicos.

UN TRIUNFO IMPOSIBLE

Descontado el Oscar para Daniel Day-Lewis -el londinense hizo un hueco en su vitrina el mismo día que le dijo sí a Spielberg-, el triunfo total de Lincoln se antoja bastante improbable. El de 'Argo', por el capricho de los académicos, simplemente imposible.

Las convidadas, ya veremos si de piedra, de esta edición son La vida de Pi de Ang Lee (once candidaturas), El lado bueno de las cosas de David O. Russell (con ocho nominaciones) y Los miserables de Tom Hooper (con oras ocho candidaturas), Amor de Michael Haneke (con cinco nominaciones) y La noche más oscura y Django desencadenado (ambas también con cinco candidaturas y ambas con sus directores, Tarantino y Bigelow, fuera de los nominados).

Si hablamos de actores, tan cantado como el de Day-Lewis -o incluso más, por razones obvias- está el Oscar de Anne Hathaway. Menos de media hora en pantalla le bastan a la última Catwoman para maravillar con su sobrecogedora interpretación de la prostituta Fantine en Los Miserables. Un premio justo y necesario.

VETERANAS Y NOVELES

Mucho más reñida está la categoría de mejor actriz protagonista. Comenzó fuerte Jessica Chastain, con su papel de agente incansable en La noche más oscura (Zero Dark Thirty). Pero la pelirroja más en forma de Hollywood ha visto como poco a poco la trastornada a la que da vida Jennifer Lawrence en El lado bueno de las cosas le ha ido comiendo terreno.

Tampoco hay que olvidar el gusto de los académicos por los extremos. Y este año cuentan con la nominada más longeva de la historia, la excepcional Emmanuelle Riva por la demoledora Amour, y con la más joven, Quvenzhané Wallis, la niña de tan solo nueve años que protagoniza Bestias del sur salvaje.

La quinta actriz en liza es la protagonista de la producción española Lo Imposible, Naomi Watts. Es a la que apuntan menos focos, pero que es a la que -por razones también obvias- tenemos más cariño.

Otro Oscar que está en el aire es de mejor actor de reparto. Una categoría con unos aspirantes de lujo y en la que, con permiso de Seymour Hoffman, De Niro y del genial Alan Arkin, Tommy Lee Jones por Lincoln y Christoph Waltz por Django desencadenado despuntan como favoritos. Cualquiera de los cinco -e incluso alguno que se ha quedado fuera como Leonardo DiCaprio o Samuel L. Jackson- dará debido lustre a la estatuilla.

Y por lo que a nosotros nos ocupa, nuestro corazoncito está con Paco Delgado, único español nominado en esta 85º edición de los premios de la Academia. Tras hacerse con el Goya por su trabajo en Blancanieves de Pablo Berger, el diseñador de vestuario habitual de cineastas como Pedro Almodóvar o Álex de la Iglesia opta a su primer Oscar.

No lo tendrá fácil. Competirá con Joanna Johnston (Lincoln), Colleen Atwood (Blancanieves y la leyenda del cazador) y Eiko Ishioka (Mirror, Mirror). Pero su gran rival parece Jacqueline Durran, responsable del vestuario de Anna Karenina que ya quitó el BAFTA. Esperemos que este domingo en el Dolby Theatre (antiguo Kodak Theatre) el canario corra mejor suerte y regrese a España con un Oscar que acompañe a su flamante cabezón.