Lola Beccaria: "Hay que crear un club de románticas activas"

  • Publica su séptima novela, "Mientras no digas te quiero"

Las mujeres de la sociedad actual han rechazado los arquetipos románticos heredados, que las muestran como sujetos pasivos, y se ha creado un "vacío" emocional ante el que es necesario actuar, ha asegurado la escritora Lola Beccaria, la cual apuesta por crear una especie de "club de románticas activas".

Desde la experiencia personal y la de sus amigas, Beccaria aborda en su séptima novela, "Mientras no digas te quiero", editada por Planeta, las relaciones de pareja y la necesidad de recuperar la simplicidad y la espontaneidad para "redescubrir el amor en estado puro", señala a Efe en una entrevista.

Seis mujeres se apuntan a un taller para aprender a seducir, un taller que dirige la psicóloga Iris, de 47 años, quien cree necesitar de más ayuda que las participantes en este curso. De edades, profesiones, condiciones sociales y estados civiles diferentes, todas ellas se encuentran "atascadas" emocionalmente.

La eterna amante aburrida, la esposa enamorada y desesperada, la muchacha mil veces engañada, la ejecutiva desencantada, la tradicional mujer dependiente de los hombres o la joven madre ajena a las convenciones intentarán "desatascar" sus emociones en este taller en el que, "a modo de un juego de espejos", irán viendo sus heridas a través de los ojos de las demás, explica Beccaria.

Su formación en psicología ha ayudado a la autora (Ferrol, La Coruña, 1963) a ahondar en los arquetipos que constriñen el romanticismo de hombres y mujeres y rechazar las teorías evolucionistas que sostienen que en lo que las féminas están interesadas es en encontrar un buen compañero que cuide a su prole, lo cual reduce la perspectiva emocional de los varones.

"Es necesario librarnos del fardo de los prejuicios", destaca Beccaria, quien apuesta por "la aventura de atreverse a actuar de forma diferente y natural, conforme nos pide el corazón", algo que, sostiene, "es más fácil de lo que parece".

Y es que la autora considera que la sociedad actual "no sabe amar" y reivindica volver al romanticismo desde otros parámetros.

Las historias personales de cada uno de los personajes y las sesiones del grupo de El salón de Afrodita, pomposo nombre puesto por el dueño del establecimiento en el que Iris trabaja, se irán entremezclando para crear un relato con el que la autora quiere transmitir la esperanzadora idea de que todo puede ser reconducido.

Las tradiciones a lo largo de los siglos han hecho que "el amor se haya dejado de lado. El corazón se quedó en Atapuerca", indica la autora, que recurre a la prehistoria para explicar a las participantes del taller cómo es necesario despojarse de los prejuicios sociales y culturales para lograr la simplicidad, recuperar la naturalidad y aprender a amar "sin cortapisas".

Aunque se ha avanzado en poder hablar libremente del sexo, "hay que volver a hablar del amor", ha señalado Lola Beccaria, quien sostiene que, en la actualidad, "mientras no expreses tus emociones, no pasa nada".

La educación y la cultura han contribuido a arrebatarnos la capacidad de expresarnos libremente y sin miedos sobre el amor, ha insistido Beccaria: "Estamos empeñados en constreñir el amor, pero una sociedad que no considera su importancia está condenada al fracaso".