La escritora y periodista Isabel San Sebastián opina que el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, no convocará el anunciado referéndum soberanista que constituye uno de los motores de su campaña para los comicios autonómicos del día 25 porque "no le saldría rentable".
"Lo que va a seguir haciendo Mas es victimismo. No creo que vaya a convocar el referéndum porque no le saldría rentable. No creo que vaya a atreverse", afirma en entrevista con EFE San Sebastián, quien hoy presenta en Madrid su última novela, "Un reino lejano" (Plaza Janés), una obra que versa sobre el esplendor y la expansión política y comercial de la Corona de Aragón en tiempos de Jaime I.
A juicio de San Sebastián, Mas ni siquiera necesitará convocar la consulta si gana los comicios catalanes, porque, "con este talante que se estila ahora en la política nacional, va a obtener por la vía de la negociación y de la amenaza más de lo que obtendría materializando esa amenaza".
En este sentido, subraya que en el nuevo sistema fiscal que salga de una negociación, "Cataluña va a salir beneficiada, en detrimento de otras comunidades en las que no hay nacionalismo."
De este modo, recalca, "el referéndum habrá sido un arma utilizada para obtener ventajas fiscales y económicas".
Mas va a mantener el discurso del referéndum hasta las elecciones "y después, dependiendo del resultado que obtenga, seguirá en esta política tan rentable para el nacionalismo, consistente en llorar y pedir; hacer victimismo y gracias al victimismo obtener concesiones, porque el victimismo les ha salido muy rentable a los nacionalistas vascos y catalanes", señala la periodista.
Dado que su novela, presentada por la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, narra la expansión de la Corona de Aragón en el siglo XIII, San Sebastián se muestra muy crítica con esa visión "mitológica" de la historia que caracteriza a los nacionalismos.
El nacionalismo es "un movimiento totalitario que nació en el siglo XIX, que ha recurrido a la mitología histórica y al victimismo para construir un pasado inexistente", afirma..
"El pasado de Cataluña no existe porque nunca hubo nada llamado Cataluña hasta que se inventó en el siglo XIX. Hubo el Condado de Barcelona, el puerto de Barcelona, la nobleza que era llamada en las Crónicas del reino de Aragón los nobles catalanes; como había nobles aragoneses y valencianos, que participaban en unas guerras de conquista y de reconquista de las taifas musulmanas", subraya.
"Los nacionalistas han tenido una capacidad de influencia política derivada de una ley electoral absolutamente inconcebible, en virtud de la cual han sido capaces de condicionar en gran medida el gobierno de España y han obtenido competencias en materia de educación que les han permitido manipular la educación y la enseñanza, lingüísticamente, históricamente, literariamente, geográficamente", argumenta.
Por otro lado, la periodista se muestra muy preocupada con respecto al futuro del País Vasco (al que se siente muy íntimamente ligada), en particular tras el triunfo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en las pasadas elecciones autonómicas, y la irrupción como segunda fuerza de Bildu, heredera de la antigua Batasuna.
"Veo el presente con una hondísima pena, una gran frustración y una gran sensación de estafa. Tener 22 diputados de ETA en el Parlamento de Vitoria es una estafa. Esto ni es un proceso de paz ni es nada. Se ha impuesto el apaciguamiento sobre la resistencia", afirma tajante la periodista, quien durante varios años ha tenido que llevar escolta por estar amenazada por la banda terrorista.
Como es natural tratándose de una novela que se desarrolla en la Edad Media, el honor es un concepto, un principio muy vivo en muchas de las páginas de "Un reino lejano", y que la autora considera que actualmente "está muy devaluado".
Y, en este sentido, se muestra muy crítica con los políticos actuales, quienes, en su opinión, "viven y actúan en función de intereses electorales cortoplacistas", pero "las traiciones a uno mismo se acaban pagando", subraya San Sebastián, quien extrapola esa tesis a la identidad nacional.
"Las naciones pierden su identidad, su potencial y su fuerza cuando se pierden a sí mismas (...) En España nos estamos diluyendo, difuminando. Lo que era una realidad histórica fuerte y asentada se está diluyendo hacia la nada", afirma. EFE
