La comedia 'Las bodas de Fígaro', de Caron de Beaumarchais se estrena este viernes 3 de febrero en el Teatro de la Comedia de Madrid, con una reposición de la obra que dirigió Fabià Puigserver en 1989 dirigida por Lluís Homar que, precisamente, ha interpretado este papel en el pasado.
El Teatro Lliure, para celebrar su 40 aniversario, coproduce este montaje, después de haberse representado en Barcelona, junto a la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Ambas compañías han colaborado en la creación y exhibición, nacional e internacional, de 'El caballero de Omedo' de Lope de Vega, y en los montajes de 'La vida es sueño' y 'El alcalde de Zalamea' de Calderón de la Barca.
En el acto de presentación de la obra, que ha tenido lugar este jueves 2 de febrero en el Teatro de la Comedia, han estado presentes, además de los actores, el director, Lluís Homar, y la directora de CNTC, Helena Pimenta.
Según ha comentado Lluís Homar, 'Las bodas de Fígaro' es una obra prerevolucionaria, escrita cuatro años antes de la Revolución Francesa (1789), sobre la cual el rey Luis XVI dijo: "Esta obra no se representará nunca".
Por ello, el texto trata sobre los valores de igualdad, libertad y fraternidad de la revolución y sobre el "abuso", ya que, a juicio del director, la obra representa el "valor por el alma humana" y el "sentido por la libertad", y en ella "nadie", ni a nivel político ni a nivel humano, se puede permitir ser "más que otro".
Sobre los personajes, Homar ha destacado que Fígaro es de los "grandes" personajes que hay en el mundo del teatro, porque es un personaje "enorme" , "inmenso", que no se termina. Igualmente, el director ha añadido que Susana es esa mujer de la cual "todos" están enamorados, que la condesa tiene una "dualidad" de persona "increíble" y que se podría hacer una obra "sólo" con la historia de Marcelina y el doctor.
El actor que da vida a Fígaro, Marcel Borràs, ha manifestado que es un "placer muy grande" hacer este personaje, ya que a medida que lo ha ido representando se ha dado cuenta de que es "inabarcable", por lo que la grandeza de interpretarlo recae en el hecho de que "siempre hay más".
