Felipe Galán desvela los secretos de la cultura maya en "La Sombra de Nayá"

  • Una fascinante novela mitológica sobre el Popol Vuh, la “Biblia de los mayas”, nos permite conocer a fondo esta milenaria civilización
La Sombra de Nayá
La Sombra de Nayá |La Sombra de Nayá

El periodista de Telemadrid Felipe Galán, narrador de los partidos de baloncesto en la cadena autonómica madrileña, acaba de publicar La sombra de Nayá (Appaloosa Editorial), una novela mitológica ambientada en la península de Yucatán que, por primera vez, aborda el gran misterio oculto durante siglos en el Popol Vuh, el sorprendente libro conocido como “la Biblia de los mayas”.

Tras introducirse en el universo literario con dos obras infantiles, Pedro y el invento del siglo (2007) y Operación Ozono (2009), Felipe Galán se adentra en la literatura para adultos con una historia inédita en el mundo editorial, porque "La sombra de Nayá" se aparta de los tópicos que rodean a la civilización maya con el fin de profundizar en un aspecto tan apasionante como inexplorado: la verdadera naturaleza de Xibalbá, el inframundo maya por el que debían transitar los muertos en el viaje hacia su morada eterna.

Dos años después de la inesperada desaparición de su madre, Ixchel rescata un extraño mensaje escondido en el fondo del cenote sagrado de Chichén Itzá, el lugar elegido por sus antepasados mayas para realizar ofrendas a los dioses. Se trata de una pequeña pirámide tallada en madera que contiene el relieve de un glifo en su interior y cuyo significado cambiará la existencia de la joven. A partir de ese descubrimiento, la hija de Nayá no descansará hasta desentrañar el secreto mejor guardado por la civilización que dominó durante siglos la Península de Yucatán, el emplazamiento exacto de la entrada a Xibalbá.

Asesorado por especialistas en mitología y lengua maya, Felipe Galán desarrolla la acción de su novela en escenarios reales de Chichén Itzá, Mayapán, Uxmal, Oxkintok o Sayil, ciudades abandonadas por sus moradores hace cientos de años, pero cuyas construcciones aún cobijan historias por desvelar.