El filósofo Emilio Lledó, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

  • Emilio Lledó: A esta edad, el premio me da un poco de marcha
  • Gran defensor del libro, el lenguaje, la enseñanza de las humanidades y la memoria

El filósofo Emilio Lledó (Sevilla, 1927) ha recibido "orgulloso y anonadado" la noticia de que el jurado de los Premios Princesa de Asturias le ha concedido su galardón de Comunicación y Humanidades porque, según ha confesado, a su edad, algo así le da "un poco de marcha". "

El año pasado fui finalista, y me lo quitó Mafalda, el personaje de Quino, con todos los méritos y derechos y me siento orgullosísimo de haber estado con él entre los candidatos, pero este año parece que no ha habido ninguna Mafalda. Aún así me ha caído de sorpresa", ha asegurado.

Un tanto agobiado con las llamadas de teléfono porque aún no había concluido de redactar su conferencia de esta tarde en la Casa del Lector y necesitaba "un poco de silencio" para terminarla, se ha confesado "orgulloso, agradecido y anonadado", aunque "no envanecido". "A mi edad, (87 años) un premio así me da un poco de marcha", se ha reído.

En los últimos tiempos los premios le caen "casi en ataque", ha bromeado de nuevo porque, además, se da la circunstancia de que cuando recibió el año pasado el Premio Nacional de las Letras preparaba para esa misma tarde una conferencia en la Asociación de Editores de Madrid.

Mi mayor satisfacción -ha confesado- es poder seguir trabajando y manteniendo los mismos ideales que tenía de jovencito", cuando se marchó a estudiar a Alemania. "Me siento muy feliz de haber seguido en esa línea y haber mantenido lo que siempre he creído", ha subrayado Lledó, un defensor a ultranza de la enseñanza de las humanidades y la memoria, el lenguaje y el libro.

GRAN DEFENSOR DE LAS HUMANIDADES Y LA MEMORIA

Humanista, filósofo y académico, Emilio Lledó (Sevilla 1927), galardonado con el premio Princesa de Asturias de la Comunicación y las Humanidades 2015, es gran defensor de la enseñanza de las humanidades y la memoria, el lenguaje y el libro. Este galardón le llega meses después de que, en noviembre de 2014, recibiera el Premio Nacional de las Letras "por haber aunado en su obra la investigación filosófica y la literatura".

El jurado valoró entonces su "dilatada obra, que armoniza la filosofía del Logos, el valor estético y ético de la palabra, la defensa de la libertad y reivindica la vocación docente". Un mes después, en diciembre, recogía el Premio Antonio de Sancha de la Asociación de Editores de Madrid, por su pasión por los libros, la educación y la cultura así como por su "profusa labor divulgativa" que reúne más de 300 obras.

Emilio LLedó Íñigo, catedrático de Historia de la Filosofía, enseñanza que impartió en las universidades de Barcelona, La Laguna, Madrid y la alemana de Heidelberg, nació en Sevilla el 5 de noviembre de 1927. En 1933 se trasladó a Madrid donde se licenció en Filosofía y Letras y Filología Clásica en 1952.

Un año después se doctoró en la Universidad de Heidelberg (Alemania). Allí obtuvo una beca de la fundación Humboldt que le permitió imbuirse en la filosofía alemana de postguerra con maestros como Hans George Gadamer, Karl Lowith y Otto Regenbogen.

En 1955 se incorporó en la Universidad de Madrid como ayudante de Santiago Montero Díaz, quien le dirigió su tesis doctoral en 1956. Ingresó en el Cuerpo de Catedráticos Numerarios de Institutos Nacionales de Enseñanza Media de España y por mediación de Gadamer volvió a la Universidad de Heidelberg, como profesor ayudante entre 1957 y 1962.

En 1963 volvió a una España gris, pero "con mucha ilusión", para dedicarse a la educación, uno de los temas que más le han preocupado y que ha sido la obsesión de su vida. Fue catedrático de instituto en Valladolid y en 1964 ganó la cátedra de "Fundamentos de la Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos" en la Universidad de La Laguna (Tenerife), donde fue decano en la Facultad de Letras.

En 1967 ganó la cátedra de Historia de la Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona y en 1975 fue propuesto como catedrático para la Complutense de Madrid, plaza a la que renunció influido por estudiantes que recogieron firmas para que no abandonase la cátedra catalana. En Barcelona fue director del departamento de Historia de la Filosofía y de la Ciencia.

Tres años después, logró la cátedra de Filosofía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de la que fue, entre 1981 y 1984, vicerrector. En 1988 fue nombrado fellow del Wissenschaftskolleg (Institute for Advanced Study) de Berlín y en 1990 se le concedió el Premio Alexander von Humboldt de la República Federal Alemana, de la que tiene también la Cruz del Mérito.

En junio de 1992 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo por su obra "El silencio de la escritura" y un año después fue elegido académico de la Real de la Lengua Española, donde ocupó el sillón l minúscula.Tomó posesión el 27 de noviembre de 1994 con el discurso titulado "Las palabras en su espejo". En la Academia fue vocal (1996-1998) de la Junta de Gobierno y bibliotecario (1998-2006).

En 2004, tras la victoria socialista, Lledó fue designado presidente del Consejo para la reforma de los medios de comunicación del Estado. Es autor de más de un centenar obras de investigación, entre las que figuran: "Filosofía y Lenguaje" (1971), "La Filosofía hoy" (1975), "Lenguaje e Historia" (1978), "El silencio de la escritura" (1981), "El Epicureísmo" (1984) o "El surco del tiempo" (1992).

Otros títulos son "Memoria de la Ética" (1994), "Días y libros" (1995), "Imágenes y palabras" (1998), "Elogio de la infelicidad" (2005), "Ensayos para una educación democrática" (2009), "El origen del diálogo y de la ética. Una introducción al pensamiento de Platón y Aristóteles" (2011), y "La filosofía, hoy. Filosofía, lenguaje e historia" (2012).

En 2013 publicó "Los libros y la libertad", una recopilación de algunos de sus mejores artículos, conferencias y discursos.Además del Premio Nacional de las Letras 2014, posee entre otros galardones el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2004); el premio Fernando Lázaro Carreter (2007), de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, o el premio María Zambrano (2008).

Hijo predilecto de Andalucía (2003), posee la Cruz Oficial de la Orden del Mérito de la República Federal Alemana (2005) y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.Viudo de su matrimonio con Montserrat Macau Matos, fallecida en 1971, con la que tuvo tres hijos.