El viernes llega a los cines 'Que Dios nos perdone' del director madrileño Rodrigo Sorogoyen

  • Antonio de la Torre y Roberto Alamo dan vida a los dos policías en el thriller

Los actores Antonio de la Torre y Roberto Alamo dan vida a dos policías en el thriller 'Que Dios nos perdone', una película sobre violencia, perdón y soledad dirigida por Rodrigo Sorogoyen, que llega a los cines españoles este viernes 28 de octubre. "La violencia nunca es redentora", ha afirmado este martes 25 de octubre durante una entrevista concedida a Europa Press De la Torre, quien se mete en la piel de Velarde, un inspector que trata de averiguar junto a su compañero Alfaro (Roberto Alamo) quién es el asesino en serie responsable de la muerte de varias ancianas.

En palabras de De la Torre, el título de esta película obedece a que "ninguno de los dos está libre de hacer daño, de no saber amar o de no saber vivir" y, de hecho, ambos personajes descubren que "no son tan diferentes del asesino al que buscan".

Esta película se desarrolla en Madrid durante el verano de 2011, en el contexto de la visita del Papa a la capital, de la crisis económica y de la eclosión del 15M. A su juicio, este filme muestra una ciudad "creíble" y "en dos dimensiones" que la hace "universal": una ciudad multitudinaria y al mismo tiempo repleta de gente "solitaria y frágil", como son las ancianas.

De la Torre da vida a un personaje con cierta torpeza social y con una característica que se ha convertido en el mayor reto para el intérprete. "Es una persona que tartamudea, algo muy difícil porque existía el riesgo de caer en lo ridículo o en el cliché", ha dicho. Sin embargo, en todo momento estuvo acompañado del portavoz de la Fundación Española de la Tartamudez, Isidoro Ruiz, con quien consiguió hacer algo "creíble y verdadero".

Por su parte, Alamo interpreta a Alfaro, un "policía con grandes problemas de conducta, relacionados con la violencia y de comunicación, que intenta encubrirlo a través de bromas", según ha explicado el propio actor.

ISABEL PEÑA Y RODRIGO SOROGOYEN

Sorogoyen dirige 'Que Dios nos perdone', cuyo guion firma junto a Isabel Peña, una película que cuenta con un presupuesto mucho mayor que 'Stockholm', para la que organizaron una campaña de crowfunding. Esto les ha aportado "tranquilidad", según han contado a Europa Press, aunque ambos reconocen que cuando escribieron el guion no sabían la magnitud que iba a tomar el proyecto.

Esta es una película de personajes, cuyos conflictos son más importantes que la propia trama policial y que se reducen a entender que han de cambiar el trayecto de sus vidas, según explica Sorogoyen, mientras que Peña añade que "la trama de investigación les ayuda a darse cuenta de ello porque si el asesino no se les hubiera cruzado por la vida no habrían llegado a las conclusiones a las que llegan".

Preguntados por la decisión de situar esta trama en el contexto de la visita del Papa a la capital, ambos han coincidido en que fueron unos días "caóticos", en los que coincidió el calor con la llegada de millón y medio de personas que acudieron a ver al Pontífice, a lo que se sumó la situación de crisis y el eco del 15M. "Nos gusta arañar algo del momento social", ha señalado Peña, convencida de que lo que diferencia el thriller hecho en España del resto es que cuenta lo que ocurre en el país. Juntos de nuevo, ya preparan el guion de su próxima película: otro thriller sobre corrupción política.

Otro de los personajes de esta película es el que interpreta Javier Pereira, amigo de Sorogoyen y rostro imprescindible en los tres proyectos hasta la fecha del director: la comedia 'Ocho citas' (coridigida con Peris Romano), 'Stockholm' y 'Que Dios nos perdone'. Conscientes de sus "virtudes y sus defectos" después de haber compartido proyectos y aventuras, Pereira asegura que este papel ha sido el más arriesgado de todos los que han realizado.

Gracias a Sorogoyen, Pereira fue galardonado con el Goya a Mejor Actor Novel por su actuación en 'Stockholm', lo que le dio la satisfacción recibir el premio más importante del cine español y le empujo a seguir por el camino de la actuación, aunque es consciente de que debido al estado de la industria del cine en España, no le ha cambiado la vida.